¿Podrían la principal causa de muerte y la de discapacidad en el mundo estar ligadas?
Si bien los especialistas reconocen ciertos vínculos entre la depresión y la enfermedad cardíaca, el porqué de la relación es un misterio. Un nuevo estudio reveló que la inflamación producida por el estrés podría explicar esta asociación.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), 1 de cada 4 personas en EE. UU. (alrededor de 610,000) mueren a causa de las enfermedades cardíacas al año.
Cada año aproximadamente 735,000 personas sufren un ataque al corazón, 525,000 por primera vez y 210,000 ocurre en personas que ya lo han padecido.
Existen diferencias dependiendo la herencia racial o étnica, por ejemplo, casi la mitad de los adultos afroamericanos tienen algún tipo de enfermedad cardiovascular, en comparación con aproximadamente un tercio de los adultos caucásicos.
Los hispanos y latinos tienen tasas más altas de diabetes, obesidad y otros factores de riesgo cardiovascular, pero, tienen un 25% menos de probabilidades de morir de enfermedades cardíacas que los caucásicos.
La depresión, en cambio, es un trastorno mental que puede ocurrir a cualquier edad y en cualquier tipo de personas. Afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. Solo en EE. UU. afecta al 6.7% (más de 16 millones) de adultos cada año.
Diferentes estudios demostraron que las personas con enfermedades cardiovasculares tienen más probabilidades de tener depresión, y las personas con depresión tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
En el nuevo trabajo, investigadores de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, decidieron explicar el mecanismo detrás de este vínculo. Publicaron sus hallazgos en Molecular Psychiatry.
Dos males comunes
Los autores de la investigación, Golam Khandaker y Stephen Burgess, examinaron junto a su equipo datos de casi 370,000 personas de 40 a 69 años. Buscaron asociaciones entre las enfermedades cardíacas y la depresión a partir de tres factores:
- Antecedentes familiares: Encontraron que las personas que habían perdido al menos un familiar por una enfermedad cardíaca tenían un riesgo 20% más alto de depresión.
- Predisposición genética: Calcularon la puntuación de riesgo genético para la enfermedad cardíaca coronaria, pero no encontraron ninguna conexión.
- Condiciones ambientales: desarrollaron y examinaron 15 marcadores biológicos sobre el riesgo de enfermedad cardíaca. Encontraron que 3 de ellos, los triglicéridos y 2 proteínas relacionadas con la inflamación, correspondían también a la depresión. Nuestro cuerpo genera estos compuestos en respuesta a factores fisiológicos, como infecciones y factores relacionados con el estilo de vida, como fumar, beber, ser sedentario o padecer estrés psicológico.
A partir de estos resultados los autores creen que la enfermedad cardíaca y la depresión podrían compartir mecanismos biológicos, como la inflamación, que se muestren como dos condiciones diferentes, en dos órganos distintos (el corazón y el cerebro).
Sin embargo, los investigadores advierten que se necesita más trabajo y que el rol de los triglicéridos en esta relación aún es una incógnita.
"Aunque no sabemos cuáles son los mecanismos compartidos entre estas enfermedades, ahora tenemos pistas para analizar la participación del sistema inmune", añadió Burgess.
Y concluyó "La identificación de variables genéticas que regulan los factores de riesgo, nos ayudarían a descubrir qué es lo que realmente impulsa o causa una enfermedad".
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