Las redes sociales representan una nueva oportunidad para la detección temprana y la intervención en trastornos psiquiátricos. Así, por ejemplo, las fotos publicadas en Instagram pueden contener indicios visuales que ayudan a predecir la depresión, señala un reciente estudio.
Los usuarios de Instagram aportan diariamente casi 100 millones de nuevos posts, y el número de usuarios activos de esa red social se duplicó en dos años, alcanzando los 700 millones en 2017.
Utilizando los datos Instagram de 166 individuos, los investigadores aplicaron un software diseñado para escanear las fotos que identificó con éxito los marcadores de depresión.
Las estadísticas se extrajeron por computadora de 43,950 fotos de Instagram, utilizando el análisis de color, metadatos y la detección facial algorítmica.
El software diseñado para escanear las fotos diagnosticó exactamente a personas con depresión siete veces sobre 10, dijo el investigador principal Andrew Reece, estudiante graduado en el departamento de psicología de la Universidad de Harvard.
Fotos más oscuras y tristes
La depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más.
"Las personas deprimidas en nuestro estudio publicaron fotos que eran más azules, más oscuras y más grises, en comparación con los posts de los participantes sanos", dijo Reece.
Las personas deprimidas fueron las que más eligieron el filtro Inkwell de Instagram, que convierte una imagen en color en blanco y negro, mientras que los participantes sanos prefirieron el filtro Valencia, que da a las fotos un tono más cálido y brillante, agregó el investigador.
También, los participantes deprimidos eran propensos a publicar fotos con caras, pero tenían en promedio un recuento menor de rostros por fotografía que los participantes sanos. Finalmente, los participantes deprimidos mostraron menos probabilidades de aplicar filtros Instagram a sus fotos publicadas, pero cuando empleaban filtros, favorecían mayoritariamente el filtro Inkwell.
Las fotos de los participantes deprimidos tenían más probabilidades de ser más tristes y menos felices que las de los participantes sanos.
Tasa de detección
La tasa de detección del programa informático demostró ser más confiable que la de los médicos de atención primaria, según los autores de la investigación. Estudios anteriores han demostrado que los médicos generalistas diagnostican correctamente la depresión en los pacientes alrededor del 42 por ciento de las veces.
“Está claro que la depresión no es fácil de diagnosticar, y el enfoque computacional que hemos tomado aquí puede terminar ayudando, en lugar de competir con los profesionales de la salud a medida que tratan de hacer evaluaciones precisas de salud mental ", destacó Andrew Reece.