Los investigadores analizaron la relación entre el uso de camas solares y el cáncer de piel. Estimaron que el uso frecuente de éstas produce alrededor de 170 mil casos de cáncer de piel no melanoma en los Estados Unidos cada año.
Este tipo de cáncer de piel es el que se forma en la parte más profunda de la epidermis (la capa externa de la piel) o en las células escamosas, pero no en las células de la piel que elaboran el pigmento, según el Instituto Nacional del Cáncer.
La otra conclusión del estudio es que el uso de las camas solares para obtener bronceado artificial antes de los 25 años, se relaciona con un mayor riesgo de carcinoma de células basales.
Este cáncer empieza en el interior de la epidermis y se puede parecer a un bulto pequeño blanco o del color de la carne, crece lentamente y puede sangrar.
El resultado de la investigación, que fue publicado esta semana en la revista BMJ, detalla que se combinaron los resultados de 12 estudios realizados sobre un total de 81 mil personas.
Estos hallazgos muestran que "el bronceado artificial es peligroso, especialmente para los jóvenes", dijo la autora principal del estudio, Dra. Eleni Linos, del departamento de dermatología de la Universidad de California, en San Francisco.
La Dra. Linos y sus colegas encontraron que aquellos que reportaron haberse expuesto al bronceado artificial en interiores, tenían un 67 % mayor de riesgo de desarrollar carcinoma de células escamosas y un riesgo del 29 % mayor de padecer carcinoma de células basales.
Linos agregó que el cáncer de piel no-melanoma afecta a casi uno de cada cinco estadounidenses a lo largo de su vida.
"Con este estudio, por fin tenemos una fuerte evidencia de que las camas de bronceado contribuyen a todos los tipos de cáncer de piel, incluyendo el de células basales, de células escamosas y el melanoma", declaró Linos. "El riesgo de los tres tipos de cáncer de piel es mayor en los jóvenes. Esto significa que existe un claro riesgo de cáncer para los adolescentes que usan camas solares, y es difícil discutir con las regulaciones para proteger a los niños contra el cáncer" concluyó la investigadora.
Y agregó que si bien el cáncer de piel no melanoma es menos mortal, su impacto es enorme en la salud.
