Para conocer los distintos tipos de hierbas que crecen, por ejemplo, en las montañas y campos de Corea así como sus usos en la cosmética natural y en la salud en general, en la región sudeste de Corea del Sur, hay una ciudad llamada Daegu en la que se encuentra el Centro Cultural de Medicina Oriental Yangnyeongsi, que incluye un museo y tiendas de hierbas medicinales.
De acuerdo con el sitio PhilStar, el itinerario de visita puede incluir una tienda de cuidado de la belleza natural llamado Skylake, en la que se invita al público para aprender cómo hacer sus propios productos de belleza de hierbas orientales.
El aceite de manzanilla por ejemplo, es muy útil para reparar y recuperar el brillo de las pieles resecas. El extracto de morera, una planta medicinal similar a la zarzamora, contiene resveratrol, una sustancia con propiedades antioxidantes y anti inflamatorios que ayudan a mantener la piel sana y elástica.
El aceite de camelia, considerado el aceite de oliva de Asia y el aceite de semilla de albaricoque, según el artículo de PhilStar, tiene numerosos beneficios para mantener la piel hidratada, suave y flexible. Mientras que el extracto de arroz fermentado ayuda a calmar la piel sensible y aliviar la picazón. El arroz también inhibe la producción de melanina, por eso las asiáticas tienen ese color porcelana.
Mientras que la cirugía plástica es una industria floreciente en muchas partes del mundo, las mujeres coreanas no tienen que pasar por un quirófano, ya que tienen al alcance de la mano varias soluciones naturales, no invasivas.
De hecho muchas llevan a cabo ni más ni menos que 10 pasos en su rutina de belleza diaria, en la que la limpieza e hidratación son fundamentales. Además de que el concepto de belleza oriental y el occidental tienen una diferencia clave, mientras que en oriente se trata de embellecer la piel por sí misma y prevenir imperfecciones, en occidente se actúa contra situaciones concretas, como las arrugas, la flacidez o la celulitis.