¿A quién no le gustaría tener un cutis impecable y luminoso? Tener una piel radiante y saludable no requiere invertir una fortuna en cremas cosméticas y tratamientos de belleza; la piel refleja nuestros hábitos alimenticios y es por eso que la dieta y los nutrientes que consumimos son fundamentales en su cuidado. Conoce qué alimentos debes incorporar a tu lista...
Es importante mantener la piel sana, no sólo por estética. "La piel proporciona una barrera para proteger al cuerpo de la invasión de bacterias y otros posibles peligros ambientales que pueden ser peligrosos para la salud humana", dice la Dra. Heidi Kong, dermatóloga de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
#1 Agua, fuente de vida
Habrás leído y oído un millón de veces sobre la importancia de beber agua todos los días. La piel como necesita del agua para mantenerse hidratada, además le ayuda a la capa más superficial de la epidermis a protegernos ante las agresiones del entorno y aumenta su elasticidad. Beberla y utilizarla como elemento de limpieza son condiciones indispensables para una piel bella.
El tiempo no perdona
La piel cambia a medida que envejecemos, arrugas, manchas por la edad, piel flácida o la resequedad (piel seca) son solo algunos de los signos del paso del tiempo. Además, se vuelve más delgada y pierde grasa, tornándose menos suave y lisa.
El chocolate negro y amargo contiene flavonoides, ácidos grasos y antioxidantes que ayudan a humectar la piel, proporcionando elasticidad y nutriéndola a profundidad. Un estudio de la Universidad de Londres encontró que los flavonoides del chocolate retardan el envejecimiento y protegen la piel de los rayos ultravioleta del sol.
De acuerdo con un estudio del Colegio Médico de Georgia, en EE.UU., los polifenoles del té verde protegen a las células sanas y favorecen la regeneración de las células de la piel.
La comida chatarra es la principal enemiga de nuestra salud y consumirla se refleja en la salud de nuestra piel en forma de resequedad, arrugas, manchas o flacidez, ya que tienden a deshidratarla, incrementa la producción de aceite en la piel y la aparición de acné, y acelera el proceso de envejecimiento.
#4 El pescado
El salmón, la sardina, el atún, el arenque o la trucha, son una gran fuente de ácidos graso Omega 3, nutriente necesario para ayudar a la reparación de las células dañadas de la piel, proporcionarle elasticidad, mantenerla flexible, radiante y libre de arrugas.
Es una gran aliadade la belleza gracias a sus propiedades para nutrir, hidratar, reparar, humectar y otorgar color a la piel. Este vegetal es rico en beta caroteno, un pigmento que se convierte en vitamina A en el organismo y uno de los más potentes antioxidantes, es decir, protege a las células contra el envejecimiento.
El brócoli es una rica fuente de vitaminas A, B, C, K y E y Omega 3, que ayudan a mantener la piel joven, limpia, suave y radiante. La vitamina C produce colágeno y mantiene la piel sana y flexible. Natural Standard refiere que los brotes de brócoli protegen la piel de los daños de los rayos ultravioleta.
Este sabroso y energético fruto seco está lleno de nutrientes y es un magnífico aliado para la piel. Gran fuente de antioxidantes y vitamina E, que suministran nutrimentos imprescindibles para proteger la piel de los radicales libres que causan el envejecimiento prematuro, al tiempo que favorecen la formación y renovación de las fibras elásticas y colágeno.
#8 Pimiento rojo
Es rico en vitamina C, B6 y carotenoides que favorecen el flujo de la sangre hacia la piel, haciéndola lucir más tersa, joven y luminosa, a la vez que ayudan a prevenir las arrugas y el acné. Además, el licopeno que contiene es un gran antioxidante.
#9 Semillas de calabaza
Además de ser un excelente aperitivo, las semillas de calabaza son uno de los alimentos más nutritivos. Son ricas en vitamina E, que mantiene la piel humectada; magnesio y proteínas, que combaten las arrugas; y selenio, que protege la piel contra los daños de los rayos ultravioleta y las manchas de la edad.
#10 Frutos del bosque
La fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes que contienen los arándanos, cerezas, fresas, frambuesas y otras bayas, convierten a los frutos del bosque en poderosos aliados de nuestra belleza, ya que ayudan a mantener la piel suave y tersa, gracias al aumento en la producción de colágeno.