Una alimentación saludable será nuestra mejor defensa ante cualquier enfermedad, incluso COVID-19 y además ayuda a fortalecer a nuestro sistema inmune.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en EE.UU. tienen recomendaciones específicas para personas en riesgo de enfermedades incluyendo la infección por coranovirus COVID-19, además de lineamientos de guías de prevención para COVID-19.l
- Entre éstas acciones se recomienda que personas de 65 o más años y personas de cualquier edad con enfermedades cardiacas, renales o pulmonares, personas con diabetes o con alguna condición que debilite el sistema inmunológico permanezcan en su casa y deben buscar asistencia médica de inmediato al iniciar síntomas de COVID-19.
- En caso de tener sintomatología leve de coronavirus (COVID-19) debes reportarlo a tu médico y permanecer en casa, excepto para obtener asistencia médica y evitar cualquier transporte público incluyendo taxis.
Tu médico te indicará si es necesario realizarte pruebas para Coronavirus COVID-19.
En México podrás hacerte pruebas de detección de COVID-19 o llamar a números locales para detectar si eres candidato a realizarte las pruebas.
-Notifica al médico de inmediato si tienes cualquier síntoma o signo de emergencia, en especial si tienes dificultad para respirar, dolor persistente o presión en el pecho, confusión o cara o labios de color azulado.
-Para emergencias llama al 911 o a tu número de emergencias local y notifica al operador podrías tener COVID-19.
Alimentación para síntomas leves
Las pautas de alimentación para personas que tengan Coronavirus COVID-19 con sintomatología leve en domicilio están dirigidas para contribuir a contrarrestar algunos signos que se generan por la fiebre, por ejemplo mantener una hidratación adecuada.
Siempre mantente en contacto con tu médico o proveedor de salud para un manejo y control adecuado de la infección.
1. Mantenerse hidratado. Al menos beber 1,8 litros de líquidos al día, de preferencia agua. En especial las personas mayores deben asegurar que se están hidratando a lo largo del día.
2. Consumir al menos 5 raciones de frutas y vegetales al día.
3. Consumir granos enteros y legumbres. Esto es cereales integrales elaborados con grano entero como pan integral, pastas integrales, arroz integral, por ejemplo. Así como platos a base de leguminosas como lentejas, arvejas, habas, frijoles con vegetales.
4. Consumir lácteos bajos en grasa (leche y yogur natural o kefir natural sin azúcar añadido).
5. Consumo de otros alimentos de origen animal, en forma moderada. Carnes en general: 3-4 veces a la semana, de preferencia aves como pollo, pavo, (magras o sin grasa), carne roja, 1 vez por semana (ternera, cordero o cerdo), pescados (2-3 veces a la semana), huevos (3-4 veces a la semana) y quesos bajos en grasa. Evitar el consumo de embutidos y carnes grasas de cualquier animal.
6. Consumo de frutos secos, semillas y aceite de oliva. El aceite de oliva debe usarse como aderezo. Y si se usa para cocinar usar aceite de oliva extra virgen y a temperatura media. Consumir frutos secos (almendras, nueces, etc.) y semillas (girasol, calabaza, etc). Elegir que sean naturales o tostados y evitar que estén fritos, endulzados o salados.
7. Evitar consumir alimentos de "comida rápida". Generalmente son alimentos con una alta densidad energética (por su elevado contenido en grasas y/o azúcares), evitar pizzas, hamburguesas comerciales.
Se deben omitir dentro de la alimentación durante este periodo ya que su consumo en cuarentena domiciliaria podría fomentar el aumento de peso u obesidad, así como otras patologías relacionadas.
Algunas personas podrían disminuir su actividad física durante este periodo de confinamiento lo cual puede incrementar el problema.
En este documento también se incluyen algunas respuestas rápidas que se basan en la evidencia científica:
Suplementos dietéticos y vitaminas
-Probióticos: Falta evidencia que los lácteos fermentados o suplementos de probióticos ayuden a aumentar las defensas del cuerpo y disminuyan el riesgo de infecciones o contrarrestarlas. Sin embargo, los efectos secundarios son poco frecuentes y la mayoría de los adultos sanos pueden incorporar prebióticos y probióticos en su alimentación.
-Vitaminas minerales y oligoelementos: Algunos nutrientes como cobre, folatos, hierro, selenio, vitamina A, vitamina C, vitamina D y zinc contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmune en cantidades que cubran las recomendaciones diarias.
Pero la mayor cantidad de estos elemento no se asocia a un menor riesgo de infección.
-Consumo de hierbas para prevenir el virus o para combatirlo:
No hay evidencia científica que el consumo de ninguna hierba baste para prevenir el coronavirus o sea parte del tratamiento del COVID-19.
Si tienes síntomas leves de COVID-19 habla con tu médico y mantente aparte del resto de la familia incluyendo las mascotas.
Por ahora tu mejor defensa es tener una alimentación equilibrada, siguiendo las guías alimentarias, hidratarte bien y seguir los procedimientos de higiene y seguridad alimentaria en casa.
Fuentes consultadas: Academia Española de Nutrición y Dietética; CDC.