No es nada raro escuchar que alguien dice tener el corazón roto para expresar algún sufrimiento emocional. Pero más que una linda metáfora, el síndrome del corazón roto es un problema real de salud: consiste en un debilitamiento repentino del músculo cardíaco desencadenado por un evento especialmente estresante.
El síndrome del corazón roto se produce principalmente por cuestiones de estrés emocional, como una separación sentimental, la violencia doméstica o la muerte inesperada de un ser querido, e incluso el temor que produce una tormenta y la ansiedad de hablar en público podrían ser factores desencadenantes de la cardiomiopatía por estrés, nombre científico del padecimiento.
Puntos clave
- Los síntomas pueden ser semejantes a los de tener un infarto.
- El 89% de quienes padecen este problema son mujeres, y sólo el 11% hombres.
- 3 de cada 10 casos son desencadenados por cuestiones de estrés emocional.
Un nuevo estudio sobre este mal, llevado a cabo por universidades en Canadá y en Europa, analizó a 256 pacientes de cardiomiopatía por estrés durante un período de cinco años. Si bien el 81% de los pacientes eran mujeres posmenopáusicas, se encontró que el 11% eran hombres, y que el 8% eran mujeres menores de 40 años.
Los científicos observaron que al menos en el 71% de los casos, la cardiomiopatía se había verificado en menos de 48 horas después de haberse producido un evento estresante. Sobre las fuentes del estrés, se observó que sólo 3 de cada 10 correspondían a eventos de estrés emocional, mientras que 4 de cada 10 correspondían a estrés físico
El síndrome del corazón roto se caracteriza por la aparición repentina de dolor torácico y dificultades para respirar, y en casos aislados puede presentarse también pérdida del sentido o desmayo. En un primer momento puede parecer un infarto, no obstante, se observa que, pasado el evento, el paciente comienza una recuperación rápida, y que el funcionamiento del corazón se normaliza dentro de un período de entre 48 y 72 horas.
A través de una resonancia magnética cardiovascular (RMC), los investigadores pudieron observar que la cardiomiopatía por estrés produce una inflamación en el corazón y una marcada reducción del funcionamiento del ventrículo izquierdo.
El estudio, publicado en el Journal of the American Medical Association busca mostrar que la cardiomiopatía por estrés afecta a una población mucho más amplia de la que se creía, y al saber esto se pretende encontrar elementos que permitan mejorar el diagnóstico y precisar las causas y secuelas de este padecimiento.
Más información:
-
Descubren método que autorepara el corazón luego de un infarto
-
La enfermedad que mató a Elizabeth Taylor
-
El estrés puede provocar disfunción eréctil