Si quieres a tu corazón, cuídalo con el estómago

La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en Estados Unidos. Alrededor de 92 millones de personas en el país padecen alguna forma de enfermedad cardíaca o cardiovascular, eso es aproximadamente el 29% de la población. 

Muchas de estas muertes y factores de riesgo son prevenibles, y las elecciones de los alimentos tienen un gran impacto en la salud del corazón, incluso si tienes otros factores de riesgo.

La alimentación es clave para la salud cardíaca. | Foto: ISTOCK

Sólo algunos factores de riesgo, como la edad, el sexo y el historial familiar, no se pueden controlar. Pero se pueden prevenir y controlar muchos factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como el colesterol alto y la presión arterial alta, realizando cambios en el estilo de vida y tomando los medicamentos.

Una dieta saludable para el corazón

Un estilo de vida saludable incluye: seguir un plan de alimentación equilibrada, mantener un peso saludable, realizar actividad física con regularidad, dejar de fumar y controlar el estrés, todo esto puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y prevenir el empeoramiento de una ya existente.

Para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, sigue estas recomendaciones oficiales que son tomadas de las Pautas Dietéticas de 2015 para los estadounidenses:

1) Sigue un patrón de alimentación saludable durante toda la vida.
2) Céntrate en la variedad, la densidad de nutrientes y la cantidad.
3) Limita las calorías de azúcares agregados y grasas saturadas y reduce el consumo de sodio.
4) Cambia a opciones de alimentos y bebidas más saludables.
5) Apoya los patrones de alimentación saludables para toda la familia.

Para obtener consejos útiles sobre la incorporación de estas pautas en tu dieta, consulta: Cómo Cocinar Saludable para el Corazón. 

Si tienes un alto riesgo de enfermedad cardíaca o ya padeces una, tu primer paso debería ser pedir una cita con un dietista-nutricionista. Junto con tu proveedor de atención médica, pueden ayudarte a reducir tu riesgo o a mejorar tu afección existente, a través de un plan personalizado de alimentación y estilo de vida.

Fuente: Academia Americana de Nutrición y Dietética