A la hora de untar el pan o preparar una comida, un simple cambio de margarina en lugar de manteca, podría reducir hasta en un 30% el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, la principal causa de muerte en EE.UU.
Es una razón convincente para cuidar el corazón y evitar la toma de estatinas en el futuro, aseguran los científicos.
A través de un nuevo estudio, publicado en Circulation, la revista de la Asociación Americana del Corazón (AHA), los investigadores de la Universidad de Harvard, en EE.UU. refuerzan el consejo de que la grasa saturada debe reducirse en la dieta, poniendo las cosas en claro pues últimamente salieron a la luz una serie de evidencias a favor de la ésta.
El nuevo informe tiene como objetivo mostrar la evidencia abrumadora que respalda la teoría de que cortar la grasa saturada es lo mejor para el corazón.
Los científicos de Harvard analizaron todas las pruebas disponibles sobre el tema y encontraron que las grasas saturadas, como las que se encuentran en la mantequilla, la leche entera, la crema, el aceite de palma, el aceite de coco, la carne de vaca y de cerdo, están vinculadas a un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Y una vez más recalcaron que sustituir estas grasas por grasas poliinsaturadas -que se encuentran en pastas alimenticias y aceites vegetales- o por aceites monoinsaturados que se encuentran en el aceite de oliva, los aguacates y las nueces, puede poner a las personas a salvo de problemas cardíacos.
Los villanos de la salud cardíaca
El autor principal, el profesor Frank Sacks, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, dijo: "la grasa saturada aumenta el LDL o colesterol malo, que es una de las principales causas de la placa de obstrucción de las arterias y las enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales (ACV) y otras enfermedades de los vasos sanguíneos”.
Para cuidar el corazón, también hay que consumir alimentos saludables ricos en nutrientes que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades, como aceites vegetales poli y mono-insaturados, nueces, frutas, verduras, granos enteros y pescado.
Los autores, sin embargo, advirtieron que no todas las margarinas y pastas son saludables: encontraron que algunas formas de margarina contienen grasas trans, un tipo de grasa que mejora la vida útil del producto pero aumenta el riesgo de enfermedades del corazón. Lo mejor en estos casos, es estar atento a lo que dice la etiqueta del producto.
Qué se debe utilizar para cocinar
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. aconseja:
Cuando cocines, la margarina o la mantequilla en barra no son las mejores opciones. La mantequilla tiene un alto contenido de grasa saturada, que puede elevar tu colesterol. También puede incrementar la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas. La mayoría de las margarinas tienen algo de grasa saturada más grasas trans que también pueden ser malas. Ambas grasas tienen sus riesgos.
- Usa aceite de oliva o de canola en lugar de mantequilla o margarina.
- Escoge la margarina liviana (envasada o líquida) antes que las formas en barra más duras.
- Opta por margarinas con aceite vegetal líquido como ingrediente principal.
- Mejor aún, elige margarinas light que tengan en la lista agua como el ingrediente principal. Éstas son incluso las más bajas en grasa saturada.
- Si tienes el colesterol alto, habla con el proveedor de atención médica sobre el uso de margarinas en base a esteroles o etanoles vegetales, contienen aceite de soja (soya) y aceite de pino, y pueden ayudar a bajar tu colesterol LDL (malo). Pero estas margarinas no se recomiendan para los niños, las mujeres embarazadas y las personas que no tengan colesterol alto.
Qué no se debe utilizar para cocinar
- Margarina, grasa para pastelería y aceites de cocina que tengan más de 2 gramos de grasa saturada por cucharada (lee las etiquetas de información nutricional).
- Grasas hidrogenadas y parcialmente hidrogenadas (lee las etiquetas de los ingredientes). Éstas son ricas en grasas saturadas y grasas trans.
- Grasa para pastelería u otras grasas de fuentes animales, como la manteca de cerdo.