Alrededor del ejercicio intenso y sus efectos rondan muchas creencias. Una de ellas es si podría afectar al corazón o si hay un límite para impedir que haga daño. Un cardiólogo de Texas se dedicó a investigar para descifrar estos enigmas y dio con las respuestas.
Benjamin Levine, quien es director del Instituto de Medicina del Ejercicio y del Medio Ambiente en el Texas Health Presbyterian Hospital Dallas y es profesor en University of Texas Southwestern Medical Center dirigió una investigación llevada a cabo entre ambas instituciones. Sus hallazgos fueron publicados en JAMA Cardiology.
“La pregunta nunca ha sido si el ejercicio es bueno para ti, sino si el ejercicio extremo es malo para ti. Durante la última década, más o menos, ha aumentado la preocupación de que el ejercicio de gran volumen y alta intensidad podría dañar el corazón. Encontramos que los altos volúmenes de ejercicio son seguros, incluso cuando los niveles de calcio coronario son altos ", dijo Levine en un comunicado.
De acuerdo al estudio, el ejercicio de gran volumen y alta intensidad se definió como aquel que se practica al menos de cinco a seis horas por semana, a un ritmo de 10 minutos por milla. Para estar en esta categoría, la cantidad promedio de ejercicio fue de ocho horas por semana.
Los 21,758 atletas estudiados, la mayoría de ellos en la mediana edad, informaron sobre sus niveles de actividad física y se sometieron a una exploración coronaria de calcio. La mayoría eran corredores, pero algunos eran ciclistas, nadadores o remeros.
Los investigadores descubrieron que las puntuaciones más altas de calcio no aumentaban el riesgo de los atletas de alta intensidad de sufrir enfermedades cardiovasculares o por cualquier causa. El calcio coronario es una huella de aterosclerosis, una enfermedad en la cual la placa se acumula en las arterias y provoca un ataque cardíaco y un derrame cerebral.
El especialista y su equipo trabajaron con datos del Estudio Longitudinal del Centro Cooper. Las mujeres no fueron incluidas en el estudio ya que sus tasas de mortalidad son más bajas que en los hombres.
Pese a los hallazgos, el especialista no recomienda utilizar el efecto protector del ejercicio para practicar malos hábitos, como fumar o llevar una dieta a base de grasas que alteren el colesterol. Aclara que el ejercicio no es una cura mágica y solo con practicarlo "no se puede superar una vida de malos comportamientos”.
Para Levine es importante tener cautela al comenzar un nuevo programa de entrenamiento. Por ejemplo, si quieres entrenar para una maratón, el plan de entrenamiento debe ser a largo plazo e ir aumentando la intensidad del ejercicio lentamente.
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