Polémica por la edad para hacerse las mamografías: ¿40 o 45?

Es probable que las nuevas directrices sobre las pruebas de detección el cáncer de mama de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society, ACS) se topen con cierta resistencia dentro de la comunidad médica, si se observan las reacciones tempranas. Las directrices, publicadas el martes, retrasan la edad recomendada a la cual la mayoría de mujeres deben comenzar a recibir mamografías anuales de los 40 a los 45 años. Y eso no les ha sentado bien a los médicos de algunos de los principales centros oncológicos del país.

"Sé que en el Conmemorativo Sloan Kettering no cambiaremos nuestras recomendaciones, que indican una mamografía anual a partir de los 40 para las mujeres con un riesgo promedio", dijo la Dra. Carol Lee, radióloga diagnóstica del hospital de la ciudad de Nueva York y especialista en las pruebas de detección del cáncer de mama.

Polémica por la edad para hacerse las mamografías: ¿40 o 45?

Otros médicos sostienen que las nuevas directrices en realidad no son tan distintas de la recomendación anterior de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, que afirmaba que las mujeres deben someterse a mamografías anuales a partir de los 40 años y seguir durante todo el tiempo que estén en buena salud. Las nuevas directrices ofrecen la mamografía como una opción para las mujeres menores de 45 años.

"Digan lo que digan, las mujeres pueden hacerse mamografías anuales a partir de los 40 y seguir siempre que tengan una esperanza de vida de 10 años, según esta directriz", apuntó la Dra. Therese Bevers, directora médica del Centro de Prevención del Cáncer del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas.

Bevers anotó que tanto el MD Anderson como la Red Nacional Integral del Cáncer (National Comprehensive Cancer Network), donde funge como presidenta del panel de directrices sobre las pruebas de detección del cáncer de mama, siguen recomendando la evaluación anual a partir de los 40.

La opinión de Lee sobre las nuevas directrices de la ACS, y su certeza de que su hospital no las seguirá, resaltan el potencial de una controversia entre los profesionales médicos. El autor principal de las nuevas directrices, el Dr. Kevin Oeffinger, médico de familia, es compañero de Lee en el Centro Oncológico Conmemorativo Sloan Kettering.

El Colegio Americano de Radiología (American College of Radiology) y la Sociedad de Imágenes del Seno (Society of Breast Imaging) también se muestran firmemente en contra de las nuevas directrices. El martes publicaron una declaración conjunta en la que afirman que seguirán recomendando que las mujeres se hagan mamografías anuales a partir de los 40.

Según las nuevas directrices, la ACS recomienda que las mujeres de 45 a 54 años se hagan una mamografía anual, y que a los 55 cambien a una prueba cada dos años. Las mujeres de 40 a 44 años deben hablar sobre la mamografía con su médico, y optar por comenzar las pruebas anuales según sus factores de riesgo o preferencias personales, señalan las nuevas directrices.

Las directrices se cambiaron para que reflejaran nuevos datos que indican que el riesgo promedio de cáncer de mama aumenta a medida que una mujer se acerca a la menopausia, según la sociedad oncológica.

"Hallamos que las mujeres de 45 a 49 años son muy similares a las que tienen de 50 a 54 respecto a la presencia del cáncer, el riesgo de morir de cáncer y la reducción en la mortalidad a partir de la mamografía", señaló Oeffinger. "Eso nos ayudó a pensar. Opinamos que la evidencia es muy clara".

Las nuevas directrices, que aparecen en la edición del 20 de octubre de la revista Journal of the American Medical Association, presentan la mamografía para las mujeres de 40 a 44 años como una oportunidad, en lugar de como una prueba obligatoria.

"Algunas mujeres valorarán el beneficio potencial de detección temprana y estarán dispuestas a aceptar el riesgo de las pruebas adicionales, y decidirán iniciar las evaluaciones temprano", escribió en su informe el comité de directrices de la ACS. "Otras mujeres elegirán retrasar el inicio de las pruebas, basándose en su riesgo relativamente más bajo de cáncer de mama".

Las nuevas directrices de la sociedad oncológica se acercan a las del Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF), el principal panel de expertos del país sobre medicina preventiva.

El USPSTF fue criticado en 2009 cuando recomendó que la mayoría de mujeres sanas sin un aumento en el riesgo de cáncer de mama esperaran hasta los 50 para comenzar con las mamografías, y que luego se sometieran al procedimiento cada dos años.

"En algunos aspectos [las dos directrices] convergen algo más que antes, sobre todo porque la ACS se replegó un poco y recomendó una fecha un poco más tardía para las mamografías", dijo la Dra. Lydia Pace, especialista en salud de las mujeres del Hospital Brigham and Women's de Boston, coautora de un editorial acompañante en la revista sobre las nuevas directrices.

Tanto Lee como Bevers afirman que la Sociedad Americana Contra El Cáncer sigue respaldando las mamografías anuales, al menos para las mujeres de 45 a 54 años, y siguen respaldando el derecho de las mujeres de 40 a 44 años de hacerse mamografías anuales si las desean.

"Quizá el comité se confundió con tantos datos y tanta ciencia, y no reconoció exactamente cuál sería el mensaje, porque no creo que su intención necesariamente fuera disuadir a las mujeres de 40 a 44 de hacerse mamografías", comentó Lee.

"Creo es que es un asunto de interpretación y de cuál es el punto inicial. Pero opino que vuelven a enfatizar de forma bastante firme que las pruebas anuales en las mujeres más jóvenes salvan la mayor cantidad de vidas, y que es lo que debe hacerse", añadió Lee.

Lee y Bevers también anotaron que las directrices de la ACS dicen que las aseguradoras deben cubrir todas las mamografías, sin importar la edad de la paciente ni la frecuencia de las pruebas. "Creo que el hecho de que en realidad respaldan que las aseguradoras cubran las pruebas a todas las edades e intervalos es una afirmación potente", dijo Bevers.

Bevers sugirió que las nuevas directrices quizá enfaticen demasiado el daño potencial de las pruebas falsas positivas entre las mujeres que se hacen mamografías regulares. Bevers recibió un resultado falso positivo en un examen de senos, y dijo que los perjuicios se han exagerado. "Hay una semana de ansiedad, y no es divertido. Pero a largo plazo, el esfuerzo adicional para asegurarse de que no les pasa nada en realidad tranquiliza a las mujeres", planteó Bevers.

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