Cáncer de páncreas: difícil de detectar

El cáncer de páncreas es una enfermedad en la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de este órgano.

El páncreas cumple dos funciones principales en el cuerpo: produce jugos que ayudan en la digestión (descomposición) de los alimentos y elabora hormonas, como la insulina y el glucagón, que ayudan a controlar las concentraciones de azúcar en la sangre. 

| Foto: SHUTTERSTOCK

El cáncer de páncreas es difícil de detectar con anticipación. No causa síntomas de inmediato, y cuando éstos aparecen, suelen ser vagos o imperceptibles, como un color amarillento en la piel y los ojos, materia fecal de color claro, orina de color oscuro, dolor en el abdomen y la espalda, pérdida de peso, de apetito y fatiga. Esta falta de síntomas es una de las barreras que dificulta el diagnóstico.

Además, como el páncreas está oculto detrás de otros órganos del aparato digestivo, los profesionales de salud no pueden ver ni palpar los tumores en los exámenes de rutina, informa el Instituto Nacional del Cáncer.

Se dice que el cáncer de páncreas es un enemigo letal, debido a que se diagnostica con frecuencia en un estadío avanzado, y esto lleva a que el índice de supervivencia sea sumamente bajo en comparación con muchos otros tipos de cáncer. 

El cáncer de páncreas se diagnostica a través de:
• Tomografía computarizada
• Imágenes por resonancia magnética
• Centellografía
• Ecografía
• Análisis de sangre
• Angiografía: Puede mostrar si la sangre que fluye en un área en particular está bloqueada o comprimida debido a un tumor y permite ver cualquier vaso sanguíneo anormal (alimentando al cáncer) en esa área.
• Biopsia por aspiración con aguja fina.

Principales factores de riesgo

• Edad: Casi todos los pacientes son mayores de 45 años. Más del 90% son mayores de 55 y casi el 70% son mayores de 65 años.
• Sexo: Los hombres son levemente más propensos a padecerlo que las mujeres.
• Fumar: Los fumadores tienen un doble o triple riesgo de padecer cáncer de páncreas.
• La obesidad y la actividad física: El ejercicio reduce el riesgo de padecer esta enfermedad.
• Diabetes: Es más común en las personas que padecen diabetes, principalmente del tipo 2.
• Pancreatitis crónica: Esta condición se asocia con un aumento en el riesgo.
• Cirrosis del hígado.
• Exposición ocupacional a agentes como pesticidas, tintes y sustancias químicas.

Tratamientos y pronóstico

Los tratamientos convencionales para el cáncer de páncreas son la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia, la quimiorradiación y la terapia dirigida.

El pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de si el tumor se puede extirpar mediante una operación, del estadío del cáncer (el tamaño y si se diseminó fuera del páncreas o los ganglios linfáticos, o hasta otras partes en el cuerpo), de la salud general del paciente y además, influye si el cáncer recién se diagnosticó o recidivó (volvió).

El cáncer de páncreas se puede controlar sólo si se detecta antes de su diseminación, cuando se puede extirpar completamente por medio de una operación. 

Pero si el cáncer se diseminó, la terapia paliativa sólo puede mejorar la calidad de vida del paciente al controlar los síntomas y las complicaciones de la enfermedad.

Tasas en EE.UU.

En 2014, alrededor de 46,000 personas fueron diagnosticadas con cáncer de páncreas y 40,000 murieron por esta enfermedad en el país, informa el Instituto Nacional del Cáncer.

El índice de incidencia general de este cáncer no ha cambiado en forma significativa desde 2002, pero el índice de mortalidad aumentó un promedio de 0,4 % anual entre 2002 y 2011.

Respecto de los grupos de riesgo, los afroamericanos tienen índices de incidencia y mortalidad de cáncer de páncreas más elevados que los blancos o que otros grupos raciales y étnicos; los índices también son más altos en los hombres que en las mujeres.