Los resultados de la investigación publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Science, refieren que la insulina del caracol, cuando se inyecta en el pez cebra, hace que los niveles de glucosa en la sangre caigan en picada y se interrumpa el nado de los peces expuestos, lo que permite a los caracoles desactivar grandes concentraciones de peces a través de un shock hipoglucémico.
Es un tipo único de insulina, Es más corta que cualquier insulina que se ha descrito en ningún animal. La encontramos en el veneno en grandes cantidas”, destacó el Dr. Baldomero M. Olivera, coautor de la investigación en información difundida por la institución académica.
La insulina de caracol consta de 43 bloques de construcción de aminoácidos, menos que cualquier insulina conocida, pero su tamaño simplificado y sus extrañas modificaciones químicas pueden haber evoluciona como una forma mejor de provocar hipoglucemia en su presa, añadió.
Si bien, la insulina que utiliza el caracol no es similar a la humana, sino más bien a la de los peces, sus principales víctimas, los investigadores esperan descubrir si también funcionaría con seres humanos. “Su alta potencia y rapidez la hacen idónea para analizar enfermedades humanas relacionadas con la insulina”, señaló por su parte Helena Safavi-Hemami.
Para estudiarla, los investigadores fabricaron una copia sintética de la insulina que se probó con peces cebra. Durante el experimento ni siquiera fue necesario inyectarla, ya que el mero contacto con ella a través del agua consiguió disminuir la actividad de los peces.
Además, para tratar de entender cómo el caracol cono hace brotar su trampa a cámara lenta, los científicos registraron las secuencias de genes de todas las proteínas expresadas en la glándula del veneno y vieron dos secuencias que parecían sorprendentemente similares a la de la hormona insulina, utilizadas por los seres humanos y otros animales vertebrados para regular el metabolismo energético.
Lo básico sobre la insulina
La Asociación Americana de la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés), refiere que dentro del páncreas, las células beta producen una hormona llamada insulina que ayudar a convertir en energía los alimentos que consumimos. Con cada comida, las células beta liberan insulina para ayudar al cuerpo a utilizar o almacenar la glucosa que obtiene de los alimentos.
En personas con diabetes de tipo 1, el páncreas ha dejado de producir insulina. Se han destruido las células beta, y las personas necesitan inyecciones de insulina para usar la glucosa de los alimentos.
Las personas con diabetes de tipo 2 producen insulina, pero el cuerpo no responde bien a ella. Algunas personas con diabetes de tipo 2 necesitan pastillas para la diabetes o inyecciones de insulina para ayudar al cuerpo a usar la glucosa como fuente de energía.
No se puede tomar insulina en pastilla porque durante la digestión se descompone, al igual que la proteína en los alimentos. Debe inyectarse en la grasa debajo de la piel para que pueda incorporarse a la sangre.
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