Un estudio reafirma lo que médicos e instituciones sanitarias vienen repitiendo desde hace años: las vacunas no causan autismo. Las nuevas evidencias indican que la vacuna MMR protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola, mas no hay asociación con la aparición de esta condición.
"Creemos que nuestros resultados ofrecen tranquilidad y datos confiables", escribieron los autores en Annals of Internal Medicine. Esta es la investigación más grande que se ha hecho sobre los efectos de la vacuna MMR.
Los investigadores analizaron los datos recopilados de todos los niños nacidos en Dinamarca, entre 1999 y 2010. De 657,461 niños, 6,517 fueron diagnosticados con autismo (una tasa de 129.7 casos por cada 100,000 personas). Al comparar a los sujetos vacunados con la MMR con los no vacunados, el índice de riesgo de autismo era de 0,93 y no aumentó después de la inmunización.
El estudio apoya firmemente que la vacunación con MMR no aumenta el riesgo de autismo, no desencadena el autismo en niños susceptibles y no se asocia con casos de autismo después de la vacunación, escribieron los autores como conclusión. Los resultados son similares a otro gran estudio que se llevó a cabo en 2002 y se publicó en el New England Journal of Medicine.
"La idea de que las vacunas causan autismo sigue vigente, a pesar de nuestros estudios y de otros estudios bien realizados", declaró a WLRN el autor principal Anders Hviid, epidemiólogo del Staten Serum Institute de Copenhague, Dinamarca. Agregó que la MMR no causa autismo, sin embargo, "los padres todavía encuentran estas afirmaciones en las redes sociales, por parte de políticos, de celebridades...".
Hviid afirmó que sentía que era hora de volver a revisar el tema, pero en una cohorte más grande y con mayor seguimiento. Esto les permitió hacer un análisis más exhaustivo de la idea de que la MMR causa autismo en niños susceptibles.
En Europa y Estados Unidos se han registrados grandes brotes de sarampión en meses recientes. La enfermedad que había desaparecido en muchas regiones, pero regresó debido a que cada vez más padres deciden no inmunizar a sus hijos por miedo al autismo.
El temor a las vacunas nace de un estudio que se llevó a cabo hace 20 años y decía que había un vínculo entre la inmunización y la aparición del autismo. Pero los datos se basaban en el análisis de solo 12 niños, por lo que se desestimó la evidencia, The Lancet, la revista que publicó el estudio, lo retiró y su autor perdió su licencia médica.
Instituciones como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han informado con insistencia que la inmunización es una de las formas más seguras de proteger la salud en general y contra los brotes de sarampión, y que sus efectos secundarios son leves y desaparecen. Pero en redes sociales se sigue divulgando información errónea que ha calado profundamente y ha generado pánico entre los padres.
A propósito de esta situación, Facebook anunció que tomarán medidas contra fan pages, grupos y perfiles que difundan información errónea sobre las vacunas, como que causan autismo y enfermedades. No se censurarán los contenidos, pero sí tendrán menos visibilidad.
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