La artritis reumatoide es un padecimiento que no se sabe con exactitud la causa que lo genera, se presenta en uno de cada 200 personas en población general, se presenta con mayor frecuencia en las mujeres y que la edad en que se presenta por lo general es entre los 40 y 60 años de edad.
La artritis reumatoide es un padecimiento progresivo que afecta las articulaciones donde su particular síntoma es el dolor, hinchazón y rigidez de varias articulaciones (predominio bilateral).
Artritis Reumatoide, tratamiento para su control
Es importante saber que este padecimiento no tiene un tratamiento curativo, sin embargo, el tratamiento que se ofrece es con la finalidad de detener el deterioro y aliviar los síntomas, el pronóstico depende del apego al tratamiento y de un diagnóstico oportuno.
El tratamiento farmacológico es el pilar del manejo y el ejercicio físico es un coadyuvante valioso.
Ejercicio físico en la Artritis Reumatoide
Es importante saber que el tipo de ejercicio va a depender de la gravedad de la enfermedad, siendo leve en sus estadios avanzados y prácticamente libre y la tolerancia en los estadios iniciales o leves, sin embargo siempre debe ser supervisado por tu médico tratante.
Importancia del ejercicio en la Artritis Reumatoide
Los objetivos de la actividad física en este padecimiento son: mantener o recuperar el movimiento, aumentar la fuerza y la resistencia muscular, proporcionar acondicionamiento cardiovascular, aumentar la densidad ósea y proporcionar una actividad recreativa y un medio para mejorar la socialización.
Se tiene evidencia de que el ejercicio aeróbico (ejercicio cíclico de larga duración: correr, nadar, andar en bicicleta) trae beneficios directos sobre la reducción de dolor Scarvell en su publicación del 2011 en la revista British Journal of Sports Medicine hace referencia sobre este tema, dejando bien fundamentado los beneficios del ejercicio en personas con Artritis Reumatoide.
Por otro lado Swärdh en el 2016 en su estudio publicado en la revista British Journal of Sports Medicine hace referencia sobre los beneficios que el ejercicio aeróbico de moderada a alta intensidad ya sea terrestre o acuático traen beneficios sobre el aumento del consumo de oxígeno.
Y los ejercicios de fortalecimiento muscular traen beneficios en la masa muscular al conservarla o inclusive mejorarla y como consecuencia una reducción en la limitación de las actividades diarias de las personas con Artritis Reumatoide.
En definitiva, las personas que tienen este tipo de padecimientos y/o conocen a alguien con estos, deben sugerir acercarse a realizar actividad física, bajo supervisión médica. Siempre hay una alternativa para iniciar, ¡recuerda que siempre las actividades físico-deportivas tienen que ser del gusto de cada persona!