La investigación publicada en el Journal of Alzheimer's Disease, podría también explicar por qué la gente que es más susceptible al estrés tiene un riesgo mayor de desarrollar esta enfermedad.
Cada vez hay una mayor cantidad de evidencia de que la actividad física y mental reduce las posibilidades de que las personas desarrollen la enfermedad de Alzheimer o al menos haga más lento su desarrollo, pero hasta ahora esto ha sido muy difícil de comprobar.
El equipo de investigadores de Nottingham, dirigido por la Dra.Marie-Christine Pardon, ha descubierto que la hormona del estrés conocida como corticotrofina o CRF, puede llegar a tener un efecto protector en el cerebro en general, y en particular en lo que tiene que ver con la pérdida de la memoria.
Si bien la hormona CRF está muy asociada al estrés y los trastornos de ansiedad, niveles normales de esta hormona representan un beneficio para la salud, ayudando a las funciones cerebrales y ayudando a las neuronas a sobrevivir.
Los estudios de las personas con Alzheimer, han demostrado un nivel reducido de la hormona CRF.
Entre 75 y 150 minutos a la semana
Si bien los investigadores no han logrado establecer qué tipo y qué nivel de ejercicio protege las células del cerebro, lo cierto es que son varias las investigaciones que han sido publicadas recientemente y que establecen una conexión entre ejercicio y memoria.
"Cuanto mejor sea nuestro estado físico en la mitad de nuestra vida, menores son las posibilidades de desarrollar una demencia", dice la autora de un estudio del Cooper Institute, en Dallas, la Dra. Laura DeFina.
Los grupos de investigadores médicos más importantes recomiendan unos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana o unos 75 minutos de ejercicio intenso. "Esta es otra razón por la que debemos estimular a la gente para realizar ejercicio", agregó la especialista.
Pedalear y retener
Un estudio realizado recientemente por el Centro de Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria de la Universidad de California ha demostrado que el ejercicio ayuda a la memoria.
Para realizar la investigación, publicada en el último número de la revista Journal of Alzheimer's Disease, el grupo de neurobiólogos dividió al grupo de personas de entre 50 y 85 años en dos grupos. Un grupo se puso a pedalear una bicicleta por un lapso de 6 minutos al 70% de la capacidad máxima mientras les mostraban una serie de imágenes de animales y paisajes.
Al cabo de una hora, se les presentó un test para la memoria sobre estas imágenes y los resultados mostraron que quienes habían realizado ejercicio retenían una mayor cantidad de imágenes que los que no lo realizaron.
Según los investigadores, mientras practicamos un ejercicio físico intenso se libera norepinefrina, un mensajero químico del cerebro que juega un papel importante en el proceso del aprendizaje y la memoria.
Si bien aún no existe una cura para el Alzheimer, hay tratamientos y medidas preventivas que pueden ayudar a enlentecer y mejorar los síntomas de esta enfermedad. El ejercicio en forma constante y regular, parece ser una de ellas.