Los edulcorantes alteran el metabolismo

Según las últimas investigaciones científicas, los edulcorantes artificiales no son tan inofensivos como se pensaba. Muchas personas optan por esta forma de endulzar sus bebidas e infusiones, pero se ha demostrado que a largo plazo, los efectos pueden ser perjudiciales para la salud.

Investigadores de la Universidad George Washington en Washington, han descubierto que una gran cantidad de sustitutos del azúcar causan estragos en el metabolismo del cuerpo. Y al hacerlo, pueden incluso promover la acumulación de grasa.

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Los científicos examinaron los efectos de la sucralosa en células madre derivadas de tejido graso humano, así como en muestras de grasa abdominal.

La sucralosa es hasta 650 veces más dulce que el azúcar y se utiliza como un sustituto de ésta en una amplia variedad de productos, incluyendo refrescos dietéticos, mezclas para hornear, edulcorantes de mesa (como Splenda), chicles, y cereales para el desayuno, entre otros.

El estudio utilizó algunas estrategias diferentes para llegar a las conclusiones de su efecto. En primer lugar, el equipo expuso células madre derivadas de tejido graso humano a la sucralosa durante 12 días a una dosis equivalente a la concentración sanguínea en personas que beben cuatro latas de refresco dietético al día.

Así descubrieron una mayor activación de los genes asociados con la producción de grasa y la inflamación. 

El investigador principal, Dr. Sabyasachi Sen, dijo: "Existe una creciente evidencia científica de que estos edulcorantes promueven la disfunción metabólica".

Un segundo experimento incluyó muestras de grasa abdominal de ocho personas que consumían regularmente edulcorantes de bajo contenido calórico.

Y las conclusiones fueron similares. En este caso, el equipo observó un mayor transporte de glucosa a las células -lo que significa más acumulación de azúcar en la sangre- y una mayor actividad de los genes productores de grasa, en comparación con las muestras de las personas que no consumían edulcorantes.

Además, los investigadores encontraron que aquéllos que consumen regularmente edulcorantes artificiales tienen 2,5 veces más alta la estimulación de los receptores de sabor dulce que los que no los consumen. A medida que más glucosa entra en las células como resultado de estos receptores, el cuerpo la absorbe en el torrente sanguíneo, y esto deriva en un aumento de los niveles de azúcar en la sangre.

Este proceso a menudo conduce al almacenamiento de grasa abdominal. Con el tiempo, puede producir estragos en el metabolismo, lo que lleva a una mayor producción de grasa, advirtieron los científicos.

Los efectos nocivos de los edulcorantes de bajas calorías fueron más notorios entre los adultos obesos, señalaron.

Bedidas dietéticas ¿una arma de doble filo?

La investigación sobre si el consumo regular de bebidas endulzadas artificialmente es inofensivo y adelgaza, es conflictiva. En la actualidad, hay mucha evidencia en su contra.

Las bebidas sin calorías como Diet Coke y Sprite Zero aumentan el hambre y el deseo de comer, según un estudio de 2016 de la Agencia para la Ciencia, Tecnología e Investigación de Singapur.

Otra evidencia similar la aporta un estudio de 2014 de la Universidad Johns Hopkins, en EE.UU. donde se halló que los adultos obesos y con sobrepeso que toman bebidas dietéticas ingieren más calorías a través de alimentos sólidos que quienes prefieren refrescos con azúcar.

A las bebidas libres de azúcar o bajas calorías también se las relacionó con un mayor riesgo de tener un ataque al corazón, un derrame cerebral u otros problemas cardiovasculares en las mujeres, según evidencias de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos (2014).