El objetivo del estudio, llamado "Diógenes", era definir la dieta alimentaria óptima para impedir o combatir la obesidad, explican los autores, cuyo trabajo se publica en el New England Journal of Medicine de fecha 25 de noviembre.
Publicada en el New England Journal of Medicine, la investigación, fue conducida sobre 772 familias europeas que tuvieran al menos un hijo de cinco a 17 años en buena salud y un padre de 18 a 65 años.
La conclusión fue determinante: la dieta ideal debe ser rica en proteínas y escasa en grasas animales y glúcidos.
Entre los alimentos que debería incluir este plan alimenticio se incluye: carne blanca, productos lácteos con contenido graso reducido, judías como fuente de fibra y menos pan blanco o arroz blanco, que son ricos en glúcidos.
Los científicos seleccionaron en estas familias a los padres con sobrepeso u obesos, para llegar a un total de 938 adultos. Los 827 niños de estas familias, de los cuales una cantidad notable tenían sobrepeso, también participaron en el estudio.
Una dieta sin límites
A diferencia de otras investigaciones sobre nutrición y sobrepeso, en esta oportunidad no fue necesario contar calorías ni limitar las porciones. Los participantes pudieron comer hasta la saciedad sin engordar, según los autores del estudio.
Esta investigación comparó recomendaciones dietéticas oficiales en Europa, incluidas las del gobierno danés, con los últimos conocimientos médicos sobre la importancia de las proteínas y los glúcidos para controlar el apetito.
Sin embargo, antes de comenzar el estudio, los adultos fueron sometidos a un régimen de 800 calorías por día durante ocho semanas, período durante el cual perdieron 11 Kg en promedio.
Luego fueron seleccionados al azar para seguir cinco dietas distintas, todas escasas en grasa animal, durante seis meses a fin de determinar la más eficaz para evitar engordar.
La más rica en proteínas y más débil en glúcidos fue la más efectiva.
La ganancia promedio de peso entre todos los participantes que terminaron el estudio (548 adultos) fue de 0,5 Kg. Los sometidos a la dieta baja en proteínas y rica lípidos registró la mayor ganancia de peso, con 1,67 Kg en promedio, contra 0,74 Kg de quienes siguieron una alimentación rica en proteínas y escasa en glúcidos.
Los 827 niños del estudio, de los cuales 45% tenían sobrepeso, no fueron sometidos a una dieta adelgazante antes de comenzar la investigación y simplemente siguieron el régimen alimentario asignado a sus padres por científicos.
Pero los resultados fueron aún "más notorios" entre los niños, destacaron los autores del estudio.
En el grupo que siguió la dieta rica en proteínas y baja en glúcidos, la tasa de niños con sobrepeso cayó espontáneamente de 46% a cerca de 15%.
Los resultados de la investigación sobre los niños fueron publicados separadamente en la revista estadounidense Pediatrics.
El estudio fue conducido por los doctores Thomas Meinert Larsen y Arne Astrup de la Universidad de Copenhague y financiado por una concesión de 14,5 millones de euros de la Unión Europea.
Puntos clave
- En niños, la obesidad bajó del 46% al 15%.
- El estudio permitió a los participantes comer hasta saciarse alimentos ricos en proteínas.
- El pan blanco y el arroz fueron algunos de los alimentos limitados.
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Fuente: AFP