La investigación publicada en la revista JAMA Internal Medicine, asocia una dieta regular rica en cereales integrales (trigo, avena, cebada, centeno y arroz, entre otros) con la disminución del riesgo cardiovascular y de mortalidad. En concreto refiere que por cada 28 gramos de cereales de grano entero consumidos se reduce un 5% la tasa de mortalidad total y un 9% la mortalidad cardiovascular.
Dicha conclusión se desprende del análisis de los datos de los participantes en dos grandes estudios de seguimiento a largo plazo: 74,341 mujeres del Nurses Health Study (1984-2010) y 43,744 hombres del Health Professionals Follow-Up Study (1986-2010), quienes llenaron cuestionarios sobre su dieta cada dos o cuatro años a partir de mediados de la década de 1980 a 2010, todos los participantes estaban libres de cáncer o enfermedad cardiovascular al inicio de estudio.
Los investigadores compararon la ingesta de granos con los datos de mortalidad durante un período de aproximadamente 25 años y se encontró que cada porción añadida a la dieta diaria disminuyen el riesgo de una persona de muerte prematura y que en el grupo en el que se comieron más granos integrales al día fallecieron un tercio menos de personas, en comparación con los que comieron menor cantidad.
"Este estudio respalda aún más las directrices dietéticas actuales que promueven los granos enteros como uno de los principales alimentos saludables para la prevención de las principales enfermedades crónicas", destacó el profesor Qi Sun, autor principal del estudio en información difundida por la institución académica.
Otro dato interesante del estudio es que la sustitución de los granos refinados y carnes rojas por granos enteros también impacta la longevidad. Cambiar granos enteros por refinados se vinculó con un riegos 8% más bajo de mortalidad y sustituir la carne roja con un 20% menos.
De acuerdo a la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en Inglés) de Estados Unidos y el Consejo de Granos Enteros (WGC, por sus siglas en inglés), se considera que un producto contiene granos enteros cuando se utilizan granos de cereales intactos que conserven las tres partes que forman la semilla (el salvado, el endospermo y el germen), conservando los nutrimentos originales de la semilla del grano entero.
Los granos enteros son fuente de vitaminas, minerales, fibra dietética (lignanos, inulina y betaglucanos), antioxidantes, fitonutrientes y esfingolípidos.
Las Guías y Políticas de Orientación Alimentaria para Población Americana y "MiPlato" del Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés), recomiendan que la mitad de la totalidad de granos que se consumen a lo largo del día sean granos enteros. Lo que equivale a aproximadamente 3 porciones de granos enteros. Tomando en cuenta que una porción de granos enteros son 16 g, la recomendación es de 48 g/día.
Más para leer: