Sólo uno de cada cuatro adolescentes y adultos jóvenes con adicción a los opiáceos en los Estados Unidos reciben tratamiento recomendado, señala un reciente estudio publicado en JAMA Pediatrics.
Los investigadores analizaron registros de casi 21,000 pacientes de entre 13 y 25 años de una compañía de seguros. Todos fueron diagnosticados con adicción a opiáceos, pero sólo el 27 por ciento recibió buprenorfina o naltrexona durante los años 2001-2014.
Las personas más jóvenes, las mujeres y los jóvenes negros e hispanos tenían menos probabilidades de recibir la medicación.
A pesar de tener un seguro de salud, el estudio sugiere que los médicos no están a la altura de las necesidades de los jóvenes atrapados en la peor crisis de adicción en la historia de los Estados Unidos.
La importancia de la investigación
El trastorno por uso de opioides (OUD) comienza frecuentemente en la adolescencia o en la juventud. La intervención temprana con la farmacoterapia es recomendada por las organizaciones profesionales más importantes. Ningún estudio nacional previo había examinado hasta qué punto los adolescentes y los adultos jóvenes con OUD reciben farmacoterapia.
El estudio reveló que sólo una minoría de los jóvenes con OUD recibió farmacoterapia, lo que señala una brecha terapéutica potencialmente crítica. Este hallazgo también apoya la reciente declaración de política de la Academia Americana de Pediatría (AAP) pidiendo un mayor acceso a los medicamentos para los jóvenes con OUD.
Una epidemia
Los trastornos por uso de opiáceos son un problema creciente entre los jóvenes en el país. La tasa de "uso no médico" (es decir, el uso sin receta o más de lo prescrito) de medicación con opioides por adolescentes, de 12 a 17 años, y adultos jóvenes, entre 18 y 25 años, se duplicó con creces entre 1991 y 2012.
Los trastornos relacionados con el uso de opiáceos, incluida la adicción a la heroína, y las sobredosis fatales de opioides aumentaron en paralelo.
En 2008, más de 16,000 personas murieron por sobredosis de analgésicos opioides. Otros resultados adversos graves para la salud resultan del uso de drogas intravenosas e incluyen endocarditis, abscesos e infección por hepatitis C.
Medicación
El trastorno grave del uso de opiáceos es una afección crónica en la que los cambios neurológicos en el centro de recompensa del cerebro son responsables de la necesidad y el consumo compulsivo de sustancias. Las alteraciones conductuales asociadas varían de modestas a severas.
La tasa de remisión espontánea es baja, sin embargo, los pacientes pueden recuperarse. Actualmente se indican tres medicamentos para tratar el trastorno grave del uso de opiáceos: metadona, naltrexona y buprenorfina.
El doctor Scott Hadland, autor del estudio, dijo que los médicos deben sentirse más cómodos tratando la adicción con medicamentos, señalando que la buprenorfina y la naltrexona son recomendados por la Academia Americana de Pediatría.