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Molly: ¿el nuevo éxtasis?

Molly se nombra cada vez más en los círculos universitarios, en los clubes y las discotecas. Se ha vuelto tan popular que Miley Cyrus tiene un nuevo single llamado "No podemos parar", en el que canta: "Nos gusta la fiesta, bailando con Molly". Algunos raperos también la nombran en sus hits, y hasta Madonna, en uno de los conciertos preguntó: “¿Quién de ustedes no es amigo de Molly?”.

Es como una versión moderna y depurada del éxtasis. Se trata de MDMA puro, el ingrediente principal de esas pastillas.

Molly: ¿el nuevo éxtasis?
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

Conocido por inducir sentimientos de euforia, cercanía y disminución de la ansiedad, el éxtasis fue adoptado rápidamente en la década del ochenta. Pero a medida que la demanda aumentaba, también crecieron las adulteraciones.

Entonces, en la última década, el éxtasis volvió a los clubes con un nuevo nombre: Molly, un polvo o una píldora cristalina de MDMA (metilendioximetanfetamina) con una supuesta pureza y mayor seguridad; la presentación y el nombre la hacen más suave y accesible.

Lo peor de Molly (que significa molécula) es que goza de buena reputación: sus seguidores repiten una y otra que es pura, que no causa adicción, y está captando a un grupo de adultos de edad media (entre 30 y 50 años) que tienen en general hábitos de vida sana, quienes la consumen por considerarla inofensiva.

Kaitlin, una joven estudiante universitaria de 22 años, contó a New York Times que la primera vez que probó esa droga, fue de manos de una señora de 50 años que ofrecía una fiesta en su casa, y luego la ha “reencontrado” en otras fiestas de cumpleaños y bailes. "Te hace realmente feliz, te pones muy optimista y quieres bailar o lo que sea", dice Kaitlin.

¿Qué es MDMA?

MDMA es metilendioximetanfetamina, comúnmente conocida como éxtasis, es una droga sintética psicoactiva y químicamente similar al estimulante metanfetamina y al alucinógeno mezcalina.

Causa un efecto vigorizante, euforia, calidez emocional, empatía hacia los demás, y distorsiones en la percepción sensorial y del tiempo, según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas.

Y los efectos de Molly ya se están haciendo notar. Robert Glatter, médico de urgencias en el Hospital Lenox Hill, en Manhattan, explicó a New York Times que ve por lo menos a cuatro pacientes al mes exhibiendo los efectos secundarios de consumir Molly, como el rechinar de dientes, deshidratación, ansiedad, insomnio, fiebre y pérdida de apetito.

Los otros efectos adversos del consumo son un poco más profundos: hipertermia, convulsiones incontrolables, presión arterial alta y depresión causada por una caída repentina en los niveles de serotonina después de su uso, informó Glatter.

Alerta por Molly

A nivel nacional, la Red de Alerta sobre el Abuso de Drogas informa que el número de visitas a salas de emergencia relacionadas con la MDMA se han duplicado desde 2004.

Un agente de la Oficina Nacional de la Agencia de Control de Drogas, quien no había oído hablar de Molly antes de 2008, declaró que la agencia ha utilizado el término para documentar detenciones en Syracuse y Jackson, Mississippi, y que ese nombre glamoroso se ha vuelto lamentablemente muy popular.

Según el Dr. John Halpern, psiquiatra de la Universidad de Harvard, que ha llevado a cabo varios estudios sobre MDMA, dijo haber encontrado evidencia de que la droga afecta el rendimiento cognitivo. "Un medicamento que en realidad, lo que hace es matar a las células del cerebro”, dijo.

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