El esqueleto de un bebé comienza como cartílago y membranas frágiles, pero luego de tres meses, las membranas y el cartílago comienzan a transformarse en hueso, brindando así protección a los órganos internos y una estructura sólida para los músculos.
Al final del segundo mes de desarrollo fetal, el esqueleto del feto está compuesto de membranas delgadas, más o menos del espesor de un pañuelo facial, y por un cartílago suave y flexible como el de la oreja. Con el tiempo, ambos tipos de tejido se convertirán en hueso durante un proceso llamado osificación.
La osificación ocurre de dos maneras: la primera es cuando las membranas se convierten en hueso.
Si observamos un feto durante el tercer mes, se puede ver que las membranas de los lados y detrás del cráneo están comenzando a osificarse. Esto significa que el tejido óseo comienza a crecer lentamente sobre el área en que las membranas una vez existieron. Con el tiempo, estas placas óseas crecerán juntas, formando la cavidad craneana que protege el cerebro.
A medida que el desarrollo del bebé se acerca al nacimiento, se puede ver que los huesos del cráneo todavía tienen brechas entre ellos. Estas brechas, llamadas fontanelas, le dan espacio al cerebro del bebé para que crezca y también permiten que su cabeza se comprima durante el parto.
Las fontanelas permanecerán abiertas hasta el final del segundo año. Y aunque comúnmente se les llama el punto débil del bebé, las fontanelas tienen más o menos el mismo espesor y fuerza de un trozo de lona. Lo que hace que el punto no sea tan débil.
Los huesos del cráneo no dejarán de crecer hasta que el niño llegue a la adultez. En ese momento, las articulaciones entre los huesos, llamadas suturas, se fusionarán.
Ahora regresemos y veamos el segundo tipo de osificación, en el que el cartílago se transforma en hueso.
Esta vez observaremos la mano. La mayoría de los huesos del esqueleto como: los brazos, las piernas, las costillas, los dedos y la columna vertebral, comienzan como un cartílago.
Si miramos esta parte de la mano, podremos entender mejor cómo se convierte el cartílago en hueso. Así se ve por dentro.
A partir del segundo mes y hasta finales del tercero, tienen lugar cambios extraordinarios. Miremos el medio del cartílago, tanto la parte interna como la externa se transforma en hueso, o se osifica.
Asi es como los huesos continuarán creciendo hasta la adultez: desde el medio del hueso hacia afuera. De esta manera pueden continuar aumentando en longitud y grosor.