¿Cuánto sabes de la artritis juvenil?

El Instituto Nacional de Artritis, Enfermedades Muscoesqueléticas y de la Piel informa que es un padecimiento caracterizado por la inflamación de las articulaciones, lo cual es sinónimo de dolor, inflamación, rigidez y puede llegar a causar la pérdida de movimiento.

Aunque se desconoce qué es lo que causa exactamente la artritis juvenil, los científicos saben que se trata de un trastorno autoinmune, pues se ha encontrado que el sistema inmunológico, el cual naturalmente ayuda al cuerpo a combatir infecciones, se encarga de atacar los tejidos del cuerpo.

Existen varios subgrupos de la artritis juvenil, los cuales en conjunto se les conocen como artritis idiopática juvenil o AIJ. La AIJ poliarticular, el subgrupo más numeroso afecta varias articulaciones, mientras que la AIJ sistemática afecta todo el cuerpo y causa erupciones cutáneas. Estos problemas inician antes de los 16 años.

Si tu hijo presenta algunos signos en las rodillas, manos y pies como hinchazón, dolor y rigidez que no desaparece con el tiempo, así como cojera, torpeza excesiva, fiebre alta e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello es posible que presente esta enfermedad.

Existe una manera fácil de saber si tu hijo tiene artritis juvenil. Los médicos suelen sospechar del padecimiento cuando el niño tiene dolor o hinchazón en la articulación, así como sarpullidos inexplicables. Por esta razón realizan un examen físico, revisan antecedentes familiares, hacen pruebas de laboratorio y radiografías.

Lo más recomendable, ante estos casos, es acudir con un reumatólogo pediátrico. No obstante, los fisioterapeutas, ergoterapeutas, consejeros o psicólogos, oftalmólogos, ortopedistas, dietistas, farmacéuticos, trabajadores sociales o enfermeros pueden auxiliar en este problema. Informa la Biblioteca Nacional de Medicina.

El objetivo principal del tratamiento es que el niño pueda mantener su actividad física, participar en actividades sociales y que pueda tener una buena calidad de vida. Algunas terapias buscarán reducir la inflamación, mantener la capacidad de movimiento de la articulación y aliviar el dolor.

De acuerdo con el reumatólogo y líder del equipo clínico de la Administración de Alimentación y Medicamentos (FDA) Nikolay Nikolov, muchos de los niños que padecen esta enfermedad no tienen de qué preocuparse, pues en los últimos años han surgido nuevas terapias que han demostrado eficacia en el combate de esta afección.

Uno de estos tratamientos se basan en los avances biológicos e incluyen citoquinas (moléculas que controlan y dirigen la inflamación en el cuerpo, tales como el factor de necrosis tumoral (TNF), interleuquinas (IL) y otras proteínas de origen natural que intervienen en la estimulación de la respuesta inmune del cuerpo.

Aunque se ha encontrado que dichos fármacos han mostrado efectividad, su aplicación deberá ser por un tiempo prolongado que abarca varios años. Estos productos por lo general se administran por vía intravenosa o por vía subcutánea (debajo de la piel). Informa la FDA

En los últimos años, la FDA ha aprobado varios de estos tratamientos, entre los que destacan Humira (adalimumab) para la AIJ poliarticular, así como Orencia (abatacept) y Enbrel (etanercept) para el mismo problema. En tanto, el Actemra (tocilizumab) fue aprobado para la AIJ sistémica.

“Además de la mejora de los signos, síntomas y el funcionamiento físico de los pacientes, muchos de estos agentes biológicos también han sido eficaces en otros enfermos como los adultos con artritis reumatoide”, explica Nikolov.

Sin embargo, aunque los investigadores aún no tienen suficiente información acerca de la seguridad a largo plazo en el consumo de los medicamentos, se ha encontrado que éstos pueden causar algunos problemas como aumentar el riesgo de presentar infecciones graves, inusuales, así como la tuberculosis.

Por ahora los científicos continúan trabajando en la mejora de los tratamientos existentes para niños y en la búsqueda de nuevos fármacos que trabajen mejor con menos efectos secundarios. También se están encargando de encontrar la causa exacta de la afección.

Asegurarse que mejore la calidad de vida de tu hijo es el objetivo. Para lograr esto es importante buscar la mejor atención médica posible, aprender sobre el padecimiento, asegurarse que tu hijo cumpla con el tratamiento, asistir a un grupo de apoyo, alentar al niño a que haga ejercicio y fisioterapia y seguir las indicaciones de expertos.

Algunas veces el dolor puede significar varios límites para los niños con artritis. No obstante, el ejercicio es la llave para reducir varios de los síntomas y mantener la función y amplitud de las articulaciones. Se ha encontrado que cuando los signos están bajo control, muchos pacientes pueden desempeñar varias actividades físicas.

Si buscas saber más sobre la artritis juvenil y otras enfermedades relacionadas, puedes comunicarte con el Centro Nacional de Distribución de Información del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Muscoesqueléticas y de la Piel al 877-226-4267 o en el sitio web www.niams.nih.gov.