Siliconas suicidas, ¿qué hacer si explota un implante?

Como ejemplo, el reciente caso de la modelo venezolana Diosa Canales, quien tuvo que ir de urgencia al hospital luego que uno de sus implantes explotó. Según varios reportes, el accidente ocurrió mientras se encontraba en una agotadora sesión de “Pole dance”.

Y pese a que la modelo ya no está en peligro, la pregunta que inquieta a muchos es la que le da título a esta fotogalería. Sobre esto, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) es muy clara con el procedimiento a seguir.

Según la FDA, cuando hay un desgarre o agujero en el forro del implante, el gel de silicona puede permanecer en la cubierta o en el tejido de cicatrización que se forma alrededor del implante, lo cual, dependiendo de la composición del gel puede llegar a ser incluso mortal.

Entre algunas de las causas que expone la FDA se encuentran sufrir contractura capsular, compresión durante una mamografía, daño por instrumentos quirúrgicos o durante procedimientos en el seno (biopsias y drenajes de fluidos), envejecimiento normal del implante, así como presiones físicas del seno.

El Director de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética de la Universidad de Navarra, en España, Bernardo Hontanilla recomienda acudir cuanto antes al médico para que sea retirada la prótesis que ha hecho explosión. Y es que si se espera demasiado tiempo el paciente podría tener una reacción inflamatoria o autoinmune.

Otra de las famosas que también han pasado por esta experiencia, fue Yuri, quien en pleno concierto, en 2011, uno de sus implantes decidió que era buen momento para explotar, lo cual llevó a la mexicana velozmente al médico. “Lo de las bubis sí fue cierto...ya me tocaba el cambio”, escribió en Twitter en aquella ocasión.

En tanto, la cubana Lis Vega también fue protagonista de un momento muy similar. Luego de convivir durante seis años sin problema alguno con sus implantes, éstos estallaron y le provocaron un derrame interno de solución salina. Por medio de tubos de drenaje tuvieron que extraerle el líquido. Fue un proceso muy doloroso, según describió.

Cuando esto sucede algunas mujeres pueden notar una reducción en el tamaño de sus senos, nudos, apariencia desigual de los senos, dolor, picazón, hinchazón, adormecimiento, ardor o cambio en la sensibilidad. No obstante, muchas rupturas ocurren sin síntomas, lo que se le conoce como ruptura silenciosa.

Una vez que se han retirado las prótesis mamarias, se tiene que esperar para colocar los nuevos implantes. De acuerdo con Hontanilla el tiempo dependerá del caso del paciente, pues en situaciones en las que el implante no se ha retirado satisfactoriamente y la silicona se ha esparcido por el interior, el tiempo de espera prudente sería de 6 a 12 meses.

Una de las grandes incógnitas de muchas personas se centra en el hecho de pensar que sus implantes podrían reventarse con el simple hecho de viajar en avión. Y es que se cree que la presión que se ejerce a miles de metros de altura podría ser el responsable de un percance de esta magnitud.

Este mito comenzó a tomar fuerza cuando se dijo que la presentadora española Ana Obregón había sido víctima de este bochornoso y a la vez peligroso accidente. Se rumoró que mientras viajaba por aire hacia Venezuela, notó cómo uno de sus implantes terminó por perder su forma y volumen original.

De acuerdo con el cirujano plástico Héctor Valdés, “si esta teoría fuese cierta habrían más de 15 millones de mujeres europeas y norteamericanas que no podrían coger un avión y cientos de azafatas que quedarían sin empleo”.

De acuerdo con Valdés, los implantes modernos de gel silicona suelen ser muy resistentes y no se expanden con los cambios de presión atmosférica. Asimismo, habría que considerar que muchas de las prótesis son enviadas a varios países por avión. “Si las altitud les afectara, llegarían rotas a la consulta del cirujano”, agrega.

En los últimos años se han registrado varios casos en los que el paciente ha tenido secuelas catastróficas en su organismo por elegir un tipo de prótesis de mala calidad. Por ahora, los únicos implantes que ha aprobado la FDA en el país son aquellos que están conformados por suero salino y rellenos de gel. No obstante, existen riesgos.

Antes de considerar someterte a un implante mamario debes de investigar sobre las marcas existentes en el mercado. La FDA aconseja que las mujeres conozcan el resumen de datos de seguridad y efectividad (SSED) de cada implante para conocer sus características, componentes y posibles complicaciones.

Otro punto a evaluar es que las prótesis no son para toda la vida. De hecho, cuanto más tiempo se tenga con el implante, mayor es el riesgo de presentar complicaciones. Para una mayor seguridad se recomienda hacer revisiones frecuentes con el médico.

El médico cirujano debe de evaluar varios aspectos, como la forma, el tamaño y el lugar exacto donde se colocará el implante. Es importante que hagas todas las preguntas necesarias al especialista sobre el procedimiento, y de ser posible, también investiga sobre su trayectoria profesional, así evitarás problemas de charlatanería.

Algunas mujeres han sufrido enfermedades en los tejidos conectivos, problemas de lactancia o reproductivos, aunque la evidencia actual no supone una asociación entre estos factores. Por ahora la FDA ha relacionado una posible asociación entre implantes y el desarrollo de linfoma de células grandes anaplásicas, un tipo de linfoma no Hodgkin.

Ante cualquier síntoma o signo inusual en el implante, es importante que mantengas informado a los proveedores de atención médica. Recuerda que es tu salud la que finalmente se encuentra expuesta, y si no haces nada por ti, nadie más lo hará.