Gracias a su intenso sabor ácido, la ciruela se convirtió en una de las frutas más elegidas en todo el mundo para complementar las dietas. Sin embargo, este carnoso alimento no solo es una opción deliciosa para sumar a tu alimentación, su rica calidad nutritiva también la hace portadora de ciertas propiedades saludables.

Se llama ciruela al fruto de varias especies de árboles pertenecientes al género Prunus, popularmente conocidos como ciruelos. Esto la convierte en "pariente" de otros ejemplares como los albaricoques, duraznos y nectarinas, con los que comparte una importante característica: son frutos carnosos con una semilla rodeada por un endocarpo (una especie de "capa") de aspecto leñoso.

Los expertos advierten que podemos encontrar más de 2.000 variedades de ciruelas diferentes, con distintos tamaños y colores (amarillo, blanco, rojo, o verde). De ellas, se destacan Prunus domestica, Prunus cerasifera, Prunus salicina y Prunus spinosa. China es la principal productora de ciruelas, seguida por Estados Unidos.
Las ciruelas poseen una gran variedad de componentes saludables, entre ellos: vitamina A, C, E y del complejo B, calcio, fósforo, fluoruro, hierro, magnesio, potasio, zinc, y fibra dietética. También tiene fenoles y flavonoides, compuestos con una importante calidad antioxidante, y son bajas en calorías. Consumiéndolas regularmente puedes disfrutar de ciertos beneficios:
Mejoran las defensas
Se cree que las ciruelas son una buena forma de reforzar las defensas, gracias a que son ricas en vitamina C, esencial para promover la resistencia del cuerpo a infecciones e inflamaciones. Además, la evidencia científica señala que pueden fomentar la producción de óxido nítrico, compuesto que impide la metástasis de las células tumorales.

Buenas para los huesos
Protegen la salud del corazón
Propiedades antioxidantes
Los radicales libres son compuestos dañinos que pueden afectar las estructuras celulares, promoviendo la aparición de diversas enfermedades, incluido cáncer. Las ciruelas puede ser una buena opción para contrarrestar ese daño, gracias a que contienen muchos compuestos antioxidantes: ácido clorogénico, ácido neoclorogénico, luteína, zeaxantina, y vitamina C.
Digestivas
La combinación de fibra dietética, y componentes como sorbitol, confieren a la ciruela propiedades digestivas, útiles para prevenir diferentes trastornos, como estreñimiento e indigestión. También es una buena forma de aumentar la sensación de saciedad sin un alto consumo calórico.

Estimulan el sistema nervioso
Protección cutánea
Para la diabetes
Diferentes investigaciones encontraron que los flavonoides presentes en las ciruelas proporcionan efectos protectores contra la resistencia a la insulina y ayudan a mejorar la sensibilidad a ella. Esto se traduce en una reducción de los niveles de azúcar en sangre y triglicéridos, y, por consiguiente, una disminución del riesgo de padecer diabetes.
Cómo consumirlas

Precauciones
Si bien un consumo moderado de ciruelas no se vincula con problemas de salud, los expertos alertan sobre la presencia de ciertos compuestos, como oxalatos, que pueden provocar daños en la vesícula biliar, o sulfitos, que pueden generar reacciones alérgicas. También pueden provocar malestar gastrointestinal si se consumen en exceso.