¿Qué tipo de padre eres?

La crianza de los hijos, según esta nueva investigación, no es tanto un sistema que eliges, sino una consecuencia de lo que eres. Lo que significa "buena crianza” depende de la vida que has vivido y los valores que posees; en síntesis: de cómo te han criado a tí.

No todos los padres están de acuerdo en qué tipo de mundo esperan para sus hijos, ni sobre la moral e ideales necesarios. "Hablan idiomas diferentes y tienen distintas creencias y expectativas", dijo Carl Bowman, de la Universidad de Virginia.

Forman un 20 % de los padres. Son los que anteponen la religión -judíos, cristianos, musulmanes u otros- en el centro de su mundo. Para ellos, el valor más importante es la moral. Les preocupa cuando ésta no se respeta, y desean que sus hijos sepan la diferencia entre el bien y el mal.

Para tomar una decisión, el grupo de fieles se maneja de esta forma: el 88 % decide en base a lo que dice Dios o las escrituras sagradas que es correcto, el 9 % decide lo que cree que es mejor para todos los involucrados y sólo el 2 % elige aquello que lo haría más feliz.

Dos tercios de los padres fieles son blancos, el 16 % son hispanos y el 11 % son negros. Su nivel de educación es la media, el número de hijos es mayor que el promedio, y están más concentrados en el Sur. Mientras que el 88 % están casados, el 74 % lo está en primeras nupcias.

Ellos oran en familia durante las comidas, creen que es bueno dar nalgadas a sus hijos, confían a pastores y consejeros espirituales sus problemas familiares y se sienten seguros con el control de sus niños. Y dos tercios rechazan la idea de que controlar el acceso de los hijos a la tecnología sea una batalla perdida.

Constituyen el 21 % del total de los padres. Son los que ven a la tolerancia como la clave de su código moral, en lugar de la fe. Creen que el valor más importante es la libertad personal. Con este valor, viene la responsabilidad.

Para el 71 % de ellos, la respuesta a una situación moralmente clara es “hacer lo mejor para todas las partes involucradas", dice el estudio de la Universidad de Virginia, mientras que sólo el 10 % decidiría a favor de lo que los haría felices personalmente o mejoraría su situación individual.

El 71 % son blancos, 17 % hispanos y 2 % de raza negra. Son más educados que el promedio, y su número de hijos es menor que la media estándar. Viven en el noreste o en la costa oeste. El 80 % están casados y el 63 % conserva su primer matrimonio.

Creen que hay poca interacción y diálogo. Cuando necesitan orientación, recurren a terapeutas o a consejeros por igual. Son reacios a pegar y a utilizar castigos. Una similitud entre los dos primeros grupos es que se ven menos estrictos que sus propios padres y se sienten cerca de sus hijos.

Forman el 19 % del total. Aunque se sienten marginados y dudan de su lugar en la sociedad, creen que el valor más importante es la libertad, y sobre el rasgo que desean ver en sus hijos, una tercera parte nombró a la honestidad. Valoran mucho las habilidades prácticas.

Dos tercios de los padres independientes son blancos, 17 % hispanos y 10 % negros. Están menos educados que el promedio de la población, casi siempre tienen un solo hijo, y se distribuyen uniformemente por todo el país, pero poco más en el oeste-noroeste y regiones de montaña.

De los independientes, dos tercios están casados, el 54 % en su primer matrimonio, y en las ideas políticas, el 27 % no se identifica con nadie. El reflejo de su visión de la crianza es más libre: creen que no tienen el poder de controlar la tecnología y conocer las amistades de sus hijos.

Forman el 27 % del grupo de padres. Si bien comparten los bajos niveles económicos y educativos con los independientes, tienen aspiraciones mucho más altas para sus hijos. "Esperan mucho e invierten aún más", dice el informe. Tienen confianza en sí mismos para el futuro de sus familias.

El 46 % son blancos, 22 % negros y 26 % hispanos. Ellos están menos educados que el promedio de los padres, y uno de cada cuatro vive por debajo del umbral de pobreza. Menos de dos tercios están casados en la actualidad. La mayoría de este grupo son mujeres.

Su mirada es optimista: creen que sus hijos estarán mejor que ellos y harán cualquier cosa para que eso suceda. “Son tan rápidos para azotar o regañar como para recompensar el buen comportamiento." Son obstinados en que sus hijos salgan adelante, e invierten en eso.