Palabras: suben o bajan la temperatura del sexo

Depende qué, cómo y cuándo lo digas puede causar excitación o enfriamiento del encuentro sexual. Hay palabras que suman y palabras que restan. Hablar es importante, pero no se puede decir cualquier cosas en cualquier momento. Aprende aquí qué debes decir y qué no y descubre el valor erótico de las palabras.
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Los sonidos del placer

El sentido auditivo es uno de los que pueden ser estimulados a la hora del sexo, tanto para escuchar música, palabras y también gemidos. A muchas mujeres y hombres les da pudor expresar su placer a través de los gemidos. Los gemidos excitan y funcionan como fuente de excitación para ambas personas, explica la sexóloga puertorriqueña Allesandra Rampolla, en su libro "La diosa erótica".

Hablar o no durante

Las palabras también pueden provocar muchísimo erotismo y aportar variedad a la actividad sexual. Para algunos, basta con un susurro a los oídos para erizar la piel. Las palabras de amor son muy erotizantes pero en esos momentos, las palabras menos elegantes caen muy bien, dice Rampolla y agrega que hacer un recuento paso a paso de lo que sucede y lo que sientes es muy excitante.

Las mujeres toman la palabra

Las mujeres durante mucho tiempo guardaron silencio y en la cama también, pero poco a poco se animaron cada vez más a expresar sus sensaciones y sentimientos hasta llegar a hoy en día donde hasta muchas han hecho de esto un juego y utilizan las palabras que en algún momento las utilizaban mujeres de mala reputación, pero que utilizadas en el momento justo puede ser de gran estimulación.
Las mujeres toman la palabra
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Hablar sin cansar

El compartir y verbalizar fantasías también es importante durante la relación sexual. Con palabras puedes transportar al otro a una escena o incluso guiarlo mediante un juego de seducción y erotismo. Como siempre, el secreto está en cómo se dice, con un tono sugestivo pero nunca imperativo y cuánto se dice, no demasiado, lo suficiente como para insinuar.

Hombres que hablan

Entre las personalidades masculinas que podemos encontrar en la cama están los narcicistas, que en el tema que estamos tratando, serían personas que hablan y hablan pero de sí mismos, como si el halagarse los excitara. Luego, los sexólogos identifican los histéricos que hablan y hablan pero hacen poco y los miedosos o inseguros, que antes de abrirse y decir, lo que hacen es preguntar.
Hombres que hablan
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Acabar y empezar a hablar

Luego del momento del clímax u orgasmo, los cuerpos se relajan y las palabras vuelven a tener un sentido más lógico y cotidiano. Este es un buen momento para charlar, para hablar de cómo se sintieron y expresarse afecto a través de abrazos, mimos y besos. Hay mujeres que se quejan de que sus parejas se duermen inmediatamente después del sexo o de que simplemente, no desean hablar y si hablan, a veces dicen cosas odiosas.

Las frases más odiadas del post

El "Me tengo que ir" fue designada lejos como la frase más odiada por las mujeres después de hacer el amor. Así lo estableció una encuesta realizada entre cuatro mil mujeres por el portal latino Entre Mujeres. El 41% de las mujeres dijo que busca un poco de atención después del sexo, necesita saber que el hombre se muestre satisfecho y le diga cuánto le gustó el encuentro.
Las frases más odiadas del post
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Bendita TV

La segunda frase más odiada es “¿Dónde está el control remoto?”. El 19% de las mujeres consultadas dijo que odiaba esa frase para después del sexo. Seguida por esta, está "No tengo ganas de hablar". Para la mayoría de las mujeres el hablar después del sexo es muy importante. Sin embargo, esto no resulta de la misma forma para los hombres, quienes muchas veces sólo desean dormir. El 16% dijo que se siente mal si el otro se duerme.
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Sin compromiso

Otra de las frases más odiadas del post-sexo es cuando el hombre marca una diferencia en cuanto al compromiso. El "No quiero compromisos" para ellas puede sonar a desplante y a rechazo. El 12% de las participantes dijeron que odiaban esa frase y ese sentimiento.

Hablar de sexo

Para muchas personas no es necesario. Sin embargo, los sexólogos consideran que la comunicación de necesidades y deseos es una de las claves de éxito de una pareja. En todas las relaciones y parejas hay cosas para charlar. La mujer necesita amor y contención para abrirse al sexo y el hombre necesita el sexo para abrirse al amor y animarse a hablar, dicen los especialistas.
Hablar de sexo
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Todo se puede hablar

Cualquier problema o dificultad se puede hablar. El silencio, la falta de información, los miedos y los prejuicios son verdaderos problemas para el placer compartido. Además, es difícil que la complicidad sexual y la diversión entre dos personas pueda darse sin una comunicación honesta y sincera. Lo ideal es empezar a hablar de uno, para que luego el otro se sienta cómodo para hablar de sí mismo.

No a los reproches

No esperes que tu compañero adivine lo que te gusta y tus pensamientos. Pedir no es exigir, ni mucho menos reprochar. Si van a hablar el tono debe ser abierto, comprensivo, relajado, intenta que tu cuerpo acompañe en esa relajación. Comienza con algo positivo, cuéntale lo que te gusta e intenta que el otro haga lo mismo. Luego, pueden darle lugar a cuestiones más engorrosas pero siempre desde un lugar de querer mejorar y construir.

Para mejorar los encuentros

Ver una película erótica juntos, leer un libro de sexualidad, aprender a colocar el preservativo con la boca o como parte de un juego, un baño juntos, una cena preparada entre los dos, bailar, son todas actividades que pueden ayudar a mejorar el encuentro y a crear las condiciones propicias para darle paso a ellas, las palabras. Con un pequeño esfuerzo y un poco de tiempo, todas las parejas pueden mejorar su sexualidad.
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