Nueces: las superpoderosas de la dieta

Su consumo en adultos reduce un 19% el riesgo de hipertensión y 21% las posibilidades de tener alto el colesterol “malo” o LDL. Un puñado de ¼ de onza al día (unas 6 unidades) aporta fibra, ácidos grasos omega 3 y minerales como hierro y magnesio.

Según la FDA, 1,5 onzas o 9 unidades al día reducen el riesgo de enfermedades cardíacas, siempre que se acompañen con una dieta baja en grasas. La variedad negra contiene taninos, sustancia química que mejora la tonicidad de los tejidos.

Según Natural Standard, hay suficiente evidencia científica de sus propiedades para combatir el exceso de grasa en la sangre. Este fruto también contiene un aceite muy utilizado como saborizante y en la industria cosmética.

Hay dos variedades de almendras: dulce y amarga. De esta última sólo se utiliza el aceite, pero antes hay que eliminar un ácido venenoso que contiene llamado amigdalina. Sobre la piel, actúa como relajante muscular y alivia las reacciones alérgicas.

Una dieta con nueces tiene mejor calidad nutricional, ayuda a reducir la ingesta de carbohidratos y baja los niveles de sodio. Mejoran la calidad de la sangre y aumentan la concentración de colesterol HDL o “bueno”.

Son ricas en ácidos grasos importantes para la nutrición de los bebés, ya que son similares a los de la leche materna. La Universidad de Georgia desarrolló un aceite de avellanas que contienen estos ácidos vitales y nutritivos.

Los adultos con una dieta pobre en pescados pueden tomar suplementos con esta fórmula, para asegurarse el aporte de ácidos omega 3, que ayudan a bajar el colesterol. También ayudan a reducir el riesgo de ataques cardíacos.

Según publicó el Journal Americano de Nutrición Clínica, pruebas realizadas a 28 adultos con colesterol -que no tomaban medicación- lograron bajar su nivel de LDL siguiendo una dieta sana y con dos porciones diarias de este fruto.

Hay variedades comestibles y venenosas. Según investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, contienen ácidos grasos que benefician al corazón. Al ser un buen hidratante de la piel, es usada en la industria cosmética.

Tienen más fibra que el resto de los frutos secos, y un bajo índice glucémico que ayuda a dar saciedad. Según el Journal de Agricultura y Química de los Alimentos, es rica en vitamina C, potasio, cobre y antioxidantes.

Es una buena fuente de proteína, vitamina C y sales minerales. Se consume natural, salada o azucarada y tiene efectos beneficiosos en pacientes con síndrome metabólico, y según ciertos estudios, también en casos de arritmia.

Según los Institutos Nacionales de la Salud, el síndrome metabólico incluye cuadros como hipertensión, alto nivel de azúcar en la sangre y exceso de grasa abdominal, con riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.

Por su consistencia mantecosa es muy usado en repostería. Es una buena fuente de proteína y rica en ácidos grasos omega 6 que ayudan a controlar el colesterol y a bajar el riesgo de cálculos de vesícula.

En pruebas realizadas por investigadores ingleses en 42 mujeres con sobrepeso, se descubrió que contiene ácidos grasos que ayudan a regular el apetito. Por eso puede ser eficaz para ayudar a bajar de peso.

Es el único fruto seco que crece bajo la tierra. Se consume natural, tostado o salado, y también se utiliza para elaborar aceite y mantequilla. Tiene propiedades benéficas como regulador de la insulina y la glucosa.

Tiene un alto contenido de minerales y vitaminas, en especial la E que combate los radicales libres que aceleran el envejecimiento. Es una alta fuente de selenio, mineral que previene las enfermedades coronarias y la cirrosis.

En el desayuno y la merienda y también en las comidas principales, por ejemplo en ensaladas. Al tostarlos mejora su sabor, pero se modifica la estructura de los ácidos grasos y se destruyen las vitaminas.

Por su alto contenido calórico es ideal para deportistas y personas que realizan mucho esfuerzo físico. También es adecuada para los estudiantes por su contenido en fósforo, que mantiene activo el metabolismo cerebral.

Las personas excedidas de peso o que quieren adelgazar deben consumirlas con control, debido a su alto contenido calórico. Lo ideal es aprovechar sus beneficios nutricionales pero sin excederse de las 6 o 7unidades diarias.