Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado
Niña nace con media cabeza
Por julioguzbra@hotmail.com
-
Nacimiento incompleto
Una pequeñita nació con la mitad de su cabeza y desafortunadamente no vivió para contarlo. ¿Sabes por qué se dan este tipo de nacimientos?, ¿qué puedes hacer para evitarlos? Estas historias sirven como lección para muchas mujeres que aspiran a convertirse en mamás.
En la localidad de Mkauni, en los límites de Bangladesh y la India, un nacimiento llamó la atención de todos los lugareños, pues una bebé nació con la mitad de su cabeza. Pese a su condición, varios aldeanos consideraron a la pequeña como una bendición por la peculiaridad con la que había llegado al mundo.
Luego de conocerse la noticia, las filas entre los habitantes de varios pueblos no se hicieron esperar, pues querían conocer el rostro de la pequeñita con esta rara condición. Sin embargo, al cabo de unas horas, la bebé falleció y el sentimiento de tristeza fue inminente entre la comunidad.
Es muy probable que el problema con el que nació la pequeñita tenga que ver con anencefalia, el cual, según la Biblioteca Nacional de Medicina, es un tipo de defecto congénito que afecta el tejido que crece en el cerebro y la médula espinal.
A grandes rasgos es la ausencia de una gran parte del cerebro y del cráneo en un bebé. Ésta ocurre a comienzos del desarrollo de un feto y se presenta cuando la porción superior del tubo neural no logra cerrarse.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) calculan que todos los años nacen alrededor de 1 de cada 4,859 bebés con anencefalia en los Estados Unidos.
¿A qué se debe?
Independientemente de la edad que tenga la madre al momento de embarazarse, se ha encontrado que una deficiencia de ácido fólico en el primer trimestre de gestación, que es cuando se cierra el tubo neural, puede desencadenar este problema. Informa la Biblioteca Nacional de Medicina.
Síntomas
Algunos de los signos que acompañan a un feto con esta característica son ausencia de cráneo, ausencia de cerebro (los hemisferios cerebrales y el cerebelo), anomalías en los rasgos faciales, así como defectos cardiacos. El hecho de tener un bebé anencefálico aumenta el riesgo de embarazarse después de otro hijo con anomalías congénitas del tubo neural.
Para confirmar si se tiene esta complicación se puede hacer una ecografía. Otros exámenes que ayudan son la amniocentesis, niveles de alfa fetoproteína (un rango alto sugiere un defecto en la formación del tubo neural), así como nivel de estriol en orina y un examen de ácido fólico en suero previo al embarazo.
Aunque no todos los análisis mencionados están cubiertos como parte del cuidado preventivo, la ecografía es la prueba que puede marcar la diferencia ya que además de la anencefalia, puede detectar otro tipo de afecciones. En base al resultado del ultrasonido se puede recomendar la aplicación de la amniocentesis.
No hay mucho por hacer
Desafortunadamente frente a un diagnóstico de anencefalia no existe un tratamiento imperante. De hecho, la afección es usualmente mortal en cuestión de días. Lo que se sugiere es platicar con el médico acerca de las decisiones con respecto a los cuidados.
Por fortuna, existe una manera de evitar que se presenten este tipo de casos, y consiste en lograr un consumo suficiente de ácido fólico, pues hay una buena evidencia que éste puede ayudar a reducir el riesgo de varias anomalías congénitas, incluyendo éste cuadro. Para más información, consulta a tu médico.