Durante el proceso de dejar el pañal es común que los niños mojen la cama, pero cuando llegan a la edad escolar y todavía lo hacen hablamos de enuresis nocturna. Aunque no es una condición grave, suele ser un problema difícil de llevar para los pequeños y sus padres.
Antes que nada, recuerda que la mayoría de los niños aprende a ir al baño entre los 2 y 4 años de edad, pero todos se desarrollan a un ritmo propio. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), 20% de los niños de 5 años de edad, 10% de los de 7 y 5% de los de 10 todavía mojan la cama.
Lo más probable es que tu hijo tenga sueño pesado y no note las ganas de orinar. También podría ser que no haya aprendido a reconocer que su vejiga está llena (el proceso toma tiempo) o que sea hereditaria. Hay factores emocionales que influyen, como la ansiedad por una mudanza, pero no son causas.
La condición disminuye a medida que su cuerpo madura: al llegar a la adolescencia, habrá desaparecido (sólo 2% o 3% de los casos tienen enuresis de adultos). Sin embargo, hasta que tu hijo no supere esta etapa, necesitará mucho apoyo emocional de tu parte y que mantengas una actitud positiva.
La AAP recomienda tratar el asunto con honestidad. Explícale que está pasando, dile que no es su culpa y que la mayoría de los niños superan la enuresis nocturna. Ofrécele apoyo, no castigos.
No te burles
Lo más probable es que se sienta avergonzado y que no quiera que los demás lo sepan. Establece como regla familiar no burlarse y hazle saber a sus hermanos y demás miembros de la familia que no es su culpa.
Pídele ayuda
Cuando moje la cama, pídele que te ayude a cambiar las sábanas; esto le enseña responsabilidad. Durante esta etapa, es recomendable que pongas una cubierta de plástico bajo las sábanas para proteger su colchón.
Toma medidas
Recuérdale que debe ir al baño y evita que beba grandes cantidades de líquido antes de irse a la cama. Trata de despertarlo para usar el baño de una a dos horas después de que se duerma y, si es necesario, vuelve a hacerlo más tarde.
Usa una alarma de enuresis
Hay dispositivos sensibles a la enuresis que detectan la orina y activan una alarma para que el niño pueda despertarse e ir al baño. Tienden a ser una gran ayuda para los pequeños que tienen sueño profundo. Pregunta a tu médico qué tipo de alarma sería la mejor.
Los fármacos para tratar la enuresis se pueden recetar a partir de los seis años y, según la AAP, pueden ser muy útiles. Tu pediatra puede darte más información sobre estos medicamentos y decirte si son adecuados para tu hijo. Recuerde preguntar acerca de los posibles efectos secundarios.
Si todo falla...
Si pasa el tiempo y la incontinencia persiste o se hace más intensa, podría ser síntoma de un problema de salud. De ser así, lo más probable es que haya otras señales, como ardor al orinar, manchas de sangre en la ropa interior, cambios en su humor o alteraciones en el modo de caminar.
Habla con su pediatra. Él evaluará a tu hijo y te remitirá al especialista adecuado, que bien podría ser un urólogo infantil o un profesional de la salud mental.