El colesterol favorece la aparición de enfermedades y problemas de salud que se cobran millones de vidas al año. Es posible mantenerlo bajo control si se adoptan hábitos saludables, entre ellos una dieta equilibrada. Un alimento que no puede faltar en esa alimentación es un tipo de nuez llamada Macadamia.
Si bien existen 14 especies de Macadamias, solamente 2 de ellas (Macadamia integrifolia y Macadamia tetraphylla) son comestibles, el resto son venenosas. Pueden pasar entre 10 y 15 años antes de que un árbol de Macadamia alcance la madurez y el rendimiento máximo, por lo que este fruto seco es muy codiciado.
El consumo de Macadamia se remonta miles de años a la selva tropical de la costa noreste de Australia. En esa época los nativos se reunían en las laderas para alimentarse de este fruto. Las macadamias se consideraban un manjar por lo que eran atesoradas y muchas veces intercambiadas entre las tribus. Actualmente, puedes conseguirlas en cualquier mercado.
Las nueces de Macadamia son un fruto seco, esto significa que al igual que las almendras, anacardos, avellanas, cacahuates o castañas, en su composición natural tienen menos de 50% de agua. También son ricas en proteínas, grasas, oligoelementos, y vitaminas que les confieren muchas propiedades saludables:
La Macadamia es rica en vitaminas, proteínas, minerales, fibra y grasas monoinsaturadas. Pero que el nombre no te asuste, esta grasa es similar a la del aceite de oliva y los profesionales recomiendan incorporarla para reemplazar a las saturadas y trans. Sumado a ello, no tiene colesterol, lo que vuelve a estas nueces una opción atractiva para cuidar la salud de tu corazón.
Beneficios mentales
Cómo otros frutos secos, las Macadamias ayudan tanto a la salud física como mental. Diferentes estudios encontraron que, por su alto contenido de fitoquímicos, el consumo regular de estas nueces puede ayudar a reducir el riesgo de apoplejía, aumentar la función cognitiva en las personas mayores y proteger el cerebro del daño por el paso del tiempo.
Control del peso
Una serie de estudios encontró que las personas que consumían nueces de Macadamia regularmente tendían a pesar menos y no ganar kilos de más con el tiempo. Sin embargo, son necesarios más estudios para comprender la relación detrás de esta asociación.
Cómo consumirlas
Aunque puedes comerlas crudas o tostarlas, otra manera de aprovechar a las nueces de Macadamia es mediante su aceite. Este es un excelente aderezo para ensaladas o para preparar adobo y estofados. También se puede utilizar para saltear verduras y pollos al wok, o para preparar pescados y carnes al horno. Incluso, en su tierra de origen, lo recomiendan como un sustituto de otros tipos de aceites a la hora de freír.
Si bien la nuez de Macadamia es beneficiosa para la salud, los profesionales advierten que su consumo debe ser moderado por su elevado nivel calórico. Entre los frutos secos, la Macadamia presenta las mayores concentraciones de calorías: (718 kcal / 100 g), en comparación con las nueces (654 kcal / 100 g), avellanas (646 kcal / 100 g), almendras (579 kcal / 100 g) y castañas (369 kcal / 100 g).
Otros usos
La Macadamia es rica en ácido graso Omega 7, ácido oleico y linoleico, vitamina E y esteroles, sustancias que le brindan propiedades suavizantes. Por este motivo es que también se utiliza para la producción de cosméticos e hidratantes para la piel.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas:
Australian Macadamias, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos
Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de
Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y
Alternativa.