El ácido úrico es un compuesto orgánico que se encarga de descomponer sustancias presentes en los alimentos, llamadas purinas, para luego desintegrarse, y así, permitir un correcto funcionamiento del metabolismo. Sin embargo, cuando se produce en exceso aumenta el riesgo de problemas renales e inflamación en las articulaciones. Conoce aquí cuáles son los mejores hábitos para controlarlo.

El ácido úrico está formado por oxígeno, nitrógeno, hidrógeno y carbono. Su aparición es más común cuando consumimos alimentos como anchoas, caballa, cerveza, hígado, frijoles o arvejas. Una vez en el organismo, se disuelve en la sangre y viaja a los riñones para ser expulsado.
Si nuestro cuerpo produce demasiado ácido úrico, lo que se conoce como hiperuricemia, podemos correr el riesgo de enfermarnos, sufrir inflamación crónica y daño renal. Este fenómeno puede deberse a otras afecciones subyacentes, como alcoholismo, efectos secundarios de quimioterapia, diabetes, ejercicio excesivo, gota, enfermedades renales o dietas ricas en purina.
Cómo controlarlo

Limita las purinas
Puedes reforzar el consejo anterior no solo limitando o eliminando el consumo de alimentos ricos en purinas, sino, consumiendo aquellos que contienen niveles bajos. Estos incluyen productos lácteos bajos en grasa o sin ella, mantequilla de maní, frutos secos, como almendras, avellanas o nueces, la mayoría de las frutas y vegetales, arroz y pan integral, o patatas.

El secreto de las cerezas
Entre los alimentos beneficiosos para combatir la hiperuricemia y la aparición de gota, una forma de la artritis, se encuentran las cerezas. Diferentes estudios encontraron que consumir estos frutos ayuda a aliviar estas afecciones. Incluso se pueden combinar con medicamentos que combaten la gota, como el alopurinol, para obtener mejores resultados.
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Ten en cuenta al café
Diferentes ensayos clínicos encontraron un vínculo entre el consumo de café, normalmente entre una y tres tazas por día, niveles más bajos de ácido úrico y un menor riesgo de desarrollar gota. Aunque los expertos recomiendan moderación y consultar antes con un médico, ya que el consumo excesivo de esta bebida puede aumentar el riesgo de enfermedades renales y óseas.
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