Cada año, los supermercados se abastecen de nuevos alimentos que prometen satisfacer a toda clase de paladares. Sin embargo, detrás de sus etiquetas se esconden grandes bombas calóricas que podrían ayudar a desarrollar problemas del corazón, diabetes, obesidad y sobrepeso. El sitio "Eatthis,Notthat!" publicó los peores del 2016.
Aunque todos los refrescos representan una burbujeante fuente de azúcares, la Fanta sabor uva contiene dosis que rebasan los límites. De hecho equivaldría a licuar una bolsa de Skittles y todavía habría que agregar 6 gramos de azúcar para alcanzar su dulzura. En16 oz aporta 240 calorías, 45 mg de sodio y 65 g de azúcar.
2. La peor salsa para pasta
Por lo regular, las salsas para pasta procesadas están cargadas con excesos de calorías, montículos de sal y azúcar. En el caso de la que produce la marca Ragú no es la excepción. Se calcula que tiene más azúcar que un tazón de cereal de Frut Loops, "más grasas y probablemente algunos pesticidas incluidos", según los editores de EatThis. Media taza aporta 90 calorías y 460 mg de sodio.
Los nuggets de pollo suelen tener un sabor agradable; sin embargo, en su composición contienen pan, conservantes y saborizantes con trozos triturados de aves de corral. Los nuggets Fast Fixin incluyen además grasas añadidas, azúcares y colorantes de caramelo, un aditivo probablemente cancerígeno para humanos.
4. La peor granola
A primera vista parecería un producto con bondades para la salud. La realidad es que en una taza de granola Udi’s se incluyen 520 calorías, 20 gramos de azúcar, 20 gramos de grasa, 2 gramos de grasa saturada, 8 gramos de fibra y 12 de proteínas.
A pesar de tratarse de una pizza de tamaño individual, contiene demasiadas calorías y sales como para satisfacer a toda una familia. Y es que una pizza de cuatro quesos de la marca Digiorno aporta 710 calorías, 29 gramos de grasa, 14 g de grasa saturada, 1.190 mg de sodio, 88 g de carbohidratos y 25 g de proteínas.
6. El peor pescado
El blanquillo o tilefish, un tipo de pescado que por lo regular se extrae del Golfo de México, puede saciar el apatito de los consumidores, pero con cierto costo, ya que contiene niveles de mercurio que podrían rebasar más del 45% máximo permitido para el consumo que establece el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. La FDA aconseja evitar este pescado, así como el pez espada y tiburón.
Su imagen puede atraer la atención de los niños, pero su contenido puede representar un peligro para ellos. Una porción de la crema de maní Peter Pan podría contener más grasa y sodio que una pequeña orden de papas fritas de McDonald’s. Altas dosis de aceites, azúcares y sales también se encuentran en este alimento.
8. El peor cereal
Honey Smacks, un cereal de la marca Kellogg’s, presume de ser una buena fuente de vitamina D. No obstante, también contiene aceites hidrogenados y lecitina de soja (capaz de estimular el apetito en el consumidor). Una taza de cereal puede aportar 133 calorías, 0.5 g de grasa, 53 mg de sodio, 32 g de carbohidratos y 20 g de azúcares.
Los chips de ajo asado de la marca Gardetto pueden parecer una buena opción la hora de la botana, pero la verdad es que podrían afectar la salud cardiovascular. Solo una porción (media traza) excede la cantidad de grasas trans sugerida por la Asociación Americana del Corazón.
10. El peor dip
¿Tentador? El dip de queso Cheez Whiz de la marca Kraft aporta una enorme cantidad de calorías: 91 en sólo dos cucharadas. Además incluye 7 g de grasa, 4 g de grasa saturada, 541 mg de sodio, 3 g de carbohidratos, 2 g de fibra y 3 de proteínas. Eatthis sugiere, en su lugar, un dip natural hecho con aguacates y chiles, como el guacamole.
Eatthis.com; Asociación Americana del Corazón, Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), Food and Drug Administration (FDA) y Biblioteca Nacional de Medicina.