Los niños transgénero enfrentan diferentes retos, tal vez el más importante sea descubrirse a sí mismos y que sus padres se den cuenta y les brinden apoyo. El reconocimiento propio de la identidad de género se desarrolla con el tiempo, de manera muy similar al desarrollo físico del pequeño.
¿Qué dice la APA?
La Academia Americana de Pediatría (APA) enfatiza que es normal que los niños quieran a veces vestirse con ropas distintas o jugar con juguetes que no son los culturalmente "propios" de su género. Pero en el caso de los niños transgénero se trata de conductas a repetición, que comienzan a preocupar a los padres porque están completamente fuera de los parámetros considerados "normales".
Género asignado e identidad
En algunos niños, la correspondencia entre el género asignado y la identidad de género no está tan clara, pero las investigaciones sugieren que quienes confirman una identidad de género diversa conocen su género de manera tan clara y sistemática como sus pares en la misma etapa del desarrollo. Los siguientes son algunos de los signos.
Busca ayuda, si es necesario
Si esta realidad no se detecta temprano, la etapa de la pubertad puede ser crítica ya que los niños comienzan a rechazar los cambios en su cuerpo. A continuación revisamos algunos rasgos que puedes percibir, y decidirte a buscar apoyo profesional para tu hijo y toda la familia.
El término transgénero define a aquellas personas que no se sienten cómodas con la identidad de género que tienen por nacimiento, indica la APA. Por eso, uno de los signos más comunes de este "desorden" es cuando un niño asegura que es niña, o viceversa.
Señal 2: "No quiero vestir así"
Una serie realizada por CNN contó la historia de Thomas Lobel, quien cuando tenía apenas 3 años le dijo a sus padres "yo soy una niña". Thomas peleaba furiosamente cuando lo vestían con ropa de varón, preocupando a sus padres, quienes buscaron ayuda profesional. Hoy, a los 11 años, Tammy usa vestidos y ha comenzado a vivir como niña.
La Sociedad Americana de Pediatría asegura que los juegos en la niñez temprana no conocen de género, pero éstos, con el tiempo, van definiendo una tendencia hacia lo masculino o lo femenino. Los niños que no están cómodos con su género suelen elegir casi siempre los juegos del sexo opuesto: niños con muñecas y niñas con autitos.
Señal 4: Lecturas no convencionales
Y lo mismo ocurre con las lecturas, en el caso de Thomas Lobel, jamás leía historietas de superhéroes varones, sino sólo las de la Mujer Maravilla. La APA insiste en que la alarma se enciende cuando la conducta se repite, y los padres observan que el hijo se siente cómodo haciendo algo supuestamente "distinto" para su género.
Señal 5: Autoaislamiento
El niño con desorden de identidad de género no suele encajar en grandes grupos, especialmente con amigos de su propio sexo. Sus padres comienzan a observar que se aísla y pasa más tiempo solo que acompañado, indica la APA.
La APA vuelve a enfatizar: una niña puede amar el fútbol, pero algo puede estar cambiando si sólo se apasiona con ese deporte, y no muestra ningún interés por actividades "de nenas". El niño transgénero se siente cómodo con amigos del género con el que está más identificado.
Señal 7. Hablar del género a temprana edad
Los padres también comienzan a asombrarse porque su niño siempre hace referencia a que es algo que no es. "Soy niña", en boca de un niño, o "soy niño" en el caso de una niña, dicho a repetición es una señal para escuchar.
La APA sugiere adoptar un enfoque de "afirmación de género" que no juzgue y ayude a los niños a sentirse seguros en una sociedad que tiende a marginar o estigmatizar a los que se ven como "diferentes" o no encajan en patrones establecidos por las culturas. Esto fortalecerá la resiliencia familiar y permitirá a los niños y adolescentes relacionarse y desarrollarse de forma plena. (Actualizado 08/02/2019)