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La milagrosa dieta del arco iris
Por ggarcia@holadoctor.net
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Fácil y vistoso
Al programar una dieta, suele resultar complicado estar contando calorías, porciones, grasas o hidratos de carbono. Hoy hay una alternativa más sencilla y atractiva, que tiene en cuenta la alimentación colorida: cuanto más colores consumimos al día, más certeza tendremos de que estamos haciendo una buena elección.
El código de los colores
James Joseph, PhD del Centro de Investigación sobre la Nutrición Humana del Departamento de Agricultura de EE.UU., asegura que el color cura. En su libro “The color code”, este experto en nutrición y envejecimiento explica que los pigmentos que dan color a las frutas y vegetales ayudan a mantener la salud del organismo.
Varios estudios cientificos confirman que las personas que consumen frutas y verduras con una amplia variedad de colores, tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes, osteoporosis y deterioro neurológico causado por la edad.
Las plantas saben...
Mary Ann Lila, directora del Instituto Plants for Human Health, de la North Carolina State University, explica que las plantas producen todo lo que necesitan para crecer, defenderse, protegerse y curarse a sí mismas. Por ende, si los humanos las consumen, incorporar estas sustancias “sanadoras” a su organismo.
Qué son los pigmentos
Los pigmentos de color verde, rojo, naranja, amarillo y púrpura permiten que las plantas produzcan su propia comida. También las protegen del daño del sol y las agresiones del medio ambiente como microbios, insectos y otros predadores para que puedan seguir viviendo y desarrollándose.
¿Pigmentos en píldoras?
Estos pigmentos también se pueden incorporar al organismo en forma de pastillas o suplementos. Sin embargo, el neurocientífico James Joseph detalla investigaciones que demuestran que no tienen el mismo efecto en el organismo que cuando se consume el alimento natural. Y en altas dosis, pueden ser perjudiciales.
James Duke, experto en plantas del Departamento de Agricultura de EEUU explica que consumir píldoras en lugar de plantas es más caro, menos efectivo y hasta peligroso. Algunos compuestos vegetales se activan y potencian entre sí, por eso uno nunca se puede exceder comiendo vegetales, además de ser lo mejor y lo más barato.
Un plato multicolor
Para preservar la salud y tener un peso saludable, hay que consumir 5 porciones diarias de frutas y verduras, respetando el código de colores, o sea, eligiendo una de cada color. Los colores básicos son: blanco, verde, naranja o amarillo, rojo y violeta. Cada color agrupa alimentos con nutrientes especificos que aseguran una buena nutricion.
Calendario para el estómago
Y a lo largo de la semana hay que variar el color de las frutas y verduras que se consumen. Y es mejor comerlas crudas, aunque también se pueden consumir cocidas, y si son congeladas, elegir las de buena calidad, para asegurarse de que tengan un tratamiento adecuado que les permita conservar sus nutrientes.
Las Guías Alimentarias para los Norteamericanos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos sugieren comer al menos 1 taza y media de frutas y 2 tazas de verduras al día, y una taza de verduras cortadas equivale a dos tazas de verduras de hoja crudas
¡Verde!
El color de la espinaca, lechuga, acelga y zapallitos, entre otros se lo da la clorofila. Esta ayuda a neutralizar la acción negativa de los radicales libres, previene enfermedades y mantener fuerte el organismo. Inhibe el crecimiento de células cancerosas, es un gran depurador de toxinas y aporta energía y vigor.
Le dan color a las zanahorias, batatas, naranjas, tomates y albaricoques y contienen licopenos, cuyo poder antioxidante protege al cuerpo de los radicales libres. Ayudan a prevenir ciertos tipos de cáncer y enfermedades coronarias, y enfermedades de la vista.
Hay una gama de alimentos de colores atractivos, que van desde el anaranjado amarillento al rojo violáceo. Entre ellos, las remolachas son una buena fuente de betalaínas, que tienen un gran poder antioxidante que previene el envejecimiento celular y ayuda a prevenir úlceras y enfermedades hepáticas.
Azules, morados y violetas
Azules, morados y violetas
Las frutas y verduras de estos colores, como las moras, arándanos y cebollas moradas contienen antoniacinas, consideradas la fuente de la juventud, ya que retrasan el envejecimiento celular. Previenen los daños cognitivos y las enfermedades neurogenerativas, mejoran la visión nocturna y promueven la curación de heridas.
Los vegetales blancos también aportan beneficios. Por ello el consumo de endivias, espárragos, ajos y puerros ayudan a bajar el colesterol “malo” y la presión arterial. Aumentan las defensas del organismo y mejoran la resistencia a agentes externos que producen enfermedades. También ayudan a mantener los huesos fuertes.
Cómo comerlas
Para los que no son muy amantes de las verduras, se las puede preparar con una pizza con queso bajo en grasa: brócoli, espinaca, ají, tomate y champiñones quedan muy bien sobre la masa crocante. Otra opción son los vegetales asados, en brochotes o en wraps.
La Academia Americana de Nutrición informa que las frutas secas también son una buena opción, tomando el recaudo de no elegir las azucaradas. También se pueden consumir frutas y verduras enlatadas o congeladas, buscando las de buena calidad, para asegurarse de que en el proceso de enfriado se hayan conservado sus nutrientes.