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La zanahoria previene el infarto

El vegetal preferido de Bugs Bunny siempre tuvo buena prensa. En ensaladas, cazuelas y acompañamientos, la zanahoria suele estar presente a la hora del almuerzo o cena en la mayoría de los hogares. Incluso, en muchos restaurantes y patios de comida se los ofrece como snacks para los niños, dentro del menú infantil.

Ojos que no ven
Más que por su sabor, la zanahoria es una excelente elección, debido a sus propiedades. Hasta ahora, se creía que solamente beneficiaba a los ojos. Una investigación de la Universidad Wageningen, en Holanda, descubrió que las personas que comen suficiente cantidad de zanahorias logran reducir el riesgo de fallecer a causa de una enfermedad cardiovascular. “La disminución de la mortalidad está relacionada con el consumo de  beta-caroteno, un antioxidante que está presente en las zanahorias y algunos vegetales de hoja. No obstante, estudios anteriores demostraron que los suplementos que poseen betacaroteno no disminuyen el riesgo”, explicó en su tesis el Dr. Brian Buijsse, que analizó un estudio europeo que se realizó durante 10 años.
En total fueron entrevistados 1168 hombres y mujeres. A lo largo de diez años, fallecieron 148 de los participantes debido a un problema cardíaco. Las personas que consumieron grandes cantidades de betacaroteno en sus comidas tuvieron menor riesgo de contraer una enfermedad cardiovascular.
El caroteno, explica el informe de la Universidad de Wageningen, es la sustancia que le aporta el color anaranjado a la zanahoria, aunque también está presente en algunos vegetales de hoja. Cuantos más vegetales que posean caroteno se incluyan en la dieta, menor será el riesgo de contraer alguna enfermedad cardiovascular.

La zanahoria previene el infarto

La media naranja de la salud La zanahoria tiene un alto valor nutricional. Posee agua e hidratos de carbono, estos últimos se reducen con la cocción.
Cuando es absorbida, el betacaroteno es metabolizado por el organismo en vitamina A. Además, posee vitaminas E, B y minerales, como potasio y en menor medida, fósforo, magnesio, yodo y calcio.

Si el corazón lo dice, no es cuestión de dejar a la zanahoria fuera de nuestros platos. Será una decisión que probablemente, nuestro cuerpo verá con buenos ojos.

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