La mayoría de las personas que tienen presión arterial alta necesitan tratamientos de por vida y cumplir con ellos es muy importante porque puede ayudar a prevenir o retrasar otros problemas cardiovasculares. Una buena forma de lograr esto es adoptando un estilo de vida sano, que incluya no fumar, no beber alcohol en exceso, mantener una alimentación saludable, controlar el estrés y realizar ejercicio regularmente. Además, puede ser de ayuda beber las siguientes infusiones:
Té de banana
Puedes preparar té de banana cortando los extremos de una banana, sin retirar su cáscara, y sumergiéndola en agua hirviendo durante 10 minutos. Se deja reposar, cuela y agrega una pizca de canela (opcional) antes de servir. Esta infusión se caracteriza por ser rica en antioxidantes y minerales beneficiosos para la salud cardiovascular, como calcio, magnesio y potasio. Este último es un vasodilatador natural, esto significa que ayudar a evitar que los músculos de las paredes arteriales y las venas se tensen, facilitando el flujo sanguíneo y previniendo la hipertensión.
Té blanco
El té blanco se obtiene de las hojas de la planta Camellia sinensis, de la que también surgen otras variedades del té como el matcha, negro, oolong o verde. La diferencia con estos es que el blanco es el menos procesado, y se recoge justo antes de que las hojas y cogollos estén completamente abiertos, cuando están cubiertos por finos pelos blancos (de ahí su nombre). Es rico en unos compuestos llamados flavonoides, que contribuyen a que las arterias se distiendan, reduciendo así el riesgo de hipertensión.
Té de Ceilán
Al igual que el té negro, verde o blanco, el té de Ceilán (que puede ser negro, verde o blanco) se obtiene de las hojas de C. sinensis. Entonces, ¿por qué lleva un nombre diferente? Esta denominación se debe a su región de origen, Sri Lanka (que hasta 1972 se llamó Ceilán). Además de compuestos antioxidantes, este té posee una importante cantidad de potasio, por lo que su consumo se asocia a la relajación de los vasos sanguíneos y arterias, permitiendo que la presión arterial disminuya, y con ello, se reduzca el riesgo de diferentes afecciones cardíacas.
Para hacer este té debes lavar cuidadosamente un puñado de hojas de higo, agregarlas a ½ litro de agua y calentarlo hasta que rompa en hervor. Luego se apaga el fuego, deja reposar, cuela y sirve caliente. Además de ser rica en potasio, en la infusión de hojas de higo se destaca la presencia de otros minerales esenciales, como calcio, hierro y manganeso. Esto la convierte una bebida ideal para proteger la salud del corazón, ya que ayuda a regular los niveles de presión arterial por sus efectos vasodilatadores.
Té de jengibre
Para esta infusión solo necesitas jengibre y agua (la proporción es de 5 rodajas finas de jengibre por cada taza de agua). Lleva la preparación a hervor y luego cocina a fuego mínimo durante 10 minutos. Retira del fuego, deja reposar un par de minutos, cuela y sirve caliente. Esta bebida es rica en minerales, como fósforo, hierro, magnesio, potasio o zinc, por lo que su consumo regular se asocia a un menor riesgo de hipertensión.
Té de lavanda
Para hacer té de lavanda agrega tres o cuatro cogollos secos o frescos en una taza de té y vierte agua hirviendo. Deja reposar durante 5 minutos (puedes tapar la taza para mantener el vapor dentro, e infundir más el té). Finalmente, cuela y endulza con miel o cualquier sustituto del azúcar para agregar sabor. Por sus propiedades sedantes, esta infusión es ideal para reducir la tensión arterial, principalmente si es producida por problemas nerviosos.
Té de manzanilla
La manzanilla alemana (no debe confundirse con manzanilla romana) es una hierba nativa del sur y este de Europa, pero también crece en toda América. Tiene un suave aroma a manzana. Para preparar una infusión, se hierve una taza de agua y se le agrega una cucharada sopera de manzanilla seca. Distintas investigaciones señalan que esta hierba puede favorecer la dilatación de los vasos sanguíneos, reduciendo así el riesgo de hipertensión.
Té de orégano
Sí, leíste bien. Aunque se acostumbra añadir el orégano a guisos, sopas o sobre la pizza, también se lo puede aprovechar en infusiones. Para ello, debes hervir 250 ml de agua, apagar el fuego, añadir una cucharadita de orégano, dejarlo reposar, colar y beber. Su consumo regular es de gran ayuda para la salud cardiovascular, debido a que es rico en potasio, mineral que ayuda a prevenir la hipertensión, y en ácidos grasos Omega 3, que elevan los niveles de colesterol "bueno".
La Valeriana officinalis, popularmente llamada valeriana común, es una planta con hojas dentadas y pequeñas flores de color rosa pálido. Para preparar esta infusión solo debes agregar por cada cucharadita de raíz de valeriana troceada, una taza de agua. Una vez que hierve, se agrega la hierba, apaga el fuego, deja reposar y cuela. Gracias a su propiedades sedantes y antiinflamatorias, este té es ideal para reducir la tensión arterial y restablecer el ritmo cardíaco.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas:
Asociación Estadounidense del Corazón, Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.