Si hay un alimento con mala fama, es el huevo. Por años hemos escuchado que lo mejor es evitarlo o limitar al mínimo su consumo, si queremos mantener a raya nuestro colesterol. Pero, ¿realmente es tan malo su efecto en la salud?
Pese a su mala reputación, el huevo contiene proteínas y otros nutrientes que sería ideal aprovechar, sin que esto signifique que nuestros niveles de colesterol se dispararán. Francisco Lopez-Jimenez, cardiólogo de la Clínica Mayo, es especialista en el tema y cree que si es posible.
Es cierto que los huevos de gallina tienen un alto contenido de colesterol, “pero el efecto de su consumo en el colesterol en la sangre es mínimo en comparación con el efecto de las grasas trans y las grasas saturadas”, explica Francisco Lopez-Jimenez, cardiólogo de la Clínica Mayo.
El riesgo de enfermedad cardíaca puede estar relacionado más estrechamente con los alimentos que acompañan a los huevos en un desayuno tradicional. Más dañinos resultan el sodio en el tocino, las salchichas y el jamón, y las grasas saturadas o aceites con grasas trans utilizados para freír los huevos.
La mayoría de las personas sanas pueden comer hasta siete huevos a la semana, sin aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca. Algunos estudios han demostrado que este nivel de consumo en realidad puede prevenir algunos tipos de accidentes cerebrovasculares, según el especialista.
Dice el especialista que otros estudios han demostrado que el consumo de huevos no afecta los factores de riesgo de enfermedad cardíaca: “Se necesita más investigación para probar la asociación entre el consumo de huevos y el desarrollo de enfermedades del corazón en personas con diabetes”.
En Estados Unidos, las pautas dietéticas recomiendan consumir solo de 100 a 300 miligramos de colesterol por día, dependiendo de su nivel de calorías. Un huevo grande tiene aproximadamente 186 mg de colesterol, que se encuentra en la yema.
Comer un huevo al día no aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca. Puedes incluirlos en tus opciones del menú semanal, cuidando de no comerlo acompañarlo de otros alimentos que suban el colesterol y de prepararlo de forma saludable.
Si estás sano, no consumas más de 300 mg de colesterol al día. Pero si tienes diabetes, colesterol alto o enfermedad cardíaca, limita la ingesta a no más de 200 mg por día.
Si te gustan los huevos, pero no deseas quedarte con el colesterol extra, usa solo sus claras: solo la yema de huevo lo contiene, así como grasas saturada.
Si no te decides a incluir este alimento en tu dieta, hay otras formas de aprovechar sus nutrientes: puedes usar sustitutos del huevo, que están hechos con claras y no tienen colesterol.