Las arrugas son resaltos o pliegues que se forman en la piel. Normalmente, son signos del envejecimiento o de la exposición a distintos factores externos, como los rayos del sol. Sin embargo, también pueden deberse a una mala alimentación. Conoce aquí qué alimentos debes evitar para cuidar la piel y reducir el riesgo de arrugas.
Las arrugas surgen como consecuencia de los procesos de envejecimiento, aunque también pueden ser temporales, por ejemplo, cuando se somete a la piel a una inmersión prolongada en agua. Otros factores que pueden influir en su aparición son: genética, disminución de colágeno, deterioro provocado por el sol, humedad del ambiente, exposición constante al viento, fumar, o tener una mala hidratación.
Para reducir la aprición de arrugas y el impacto del "paso del tiempo", puedes humectar y limpiar la piel con cremas por las noches, evitar una exposición excesiva al sol y mantener una dieta saludable. Si bien no existe una alimentación anti-edad que haya sido comprobada por los especialistas, puedes optar por eliminar o reducir el consumo de algunos alimentos que resultan dañinos para la piel:
Carnes rojas
Si bien las carnes rojas son ricas en minerales y vitamina B, también favorecen la aparición de radicales libres. Estas son moléculas inestables que pueden afectar a las células y reducir la capacidad de la piel para generar colágeno (una sustancia rica en proteínas). Para contrarrestar este efecto, los expertos recomiendan consumir frutas y vegetales ricos en antioxidantes, como los de hoja verde, bayas e incluso frutos secos.
Los altos niveles de sodio promueven la retención de líquido, causando un aspecto hinchado. Una forma de solucionar este problema es siguiendo las recomendaciones diarias sobre el consumo de sal, que limitan su ingesta a una cucharadita diaria. También puedes optar por alimentos frescos en lugar de los precocidos o en conservas.
Margarina
La margarina es un sustituto de la mantequilla que tiene una importante cantidad de grasa trans o hidrogenadas, responsables de un mayor daño oxidativo y enemigas de una buena hidratación. Esto produce resequedad en la piel, aumenta su grosor, y, por lo tanto, favorece la aparición de arrugas.
Productos procesados
Entre los productos procesados se encuentran los aros de cebollas, papas fritas, salchichas y snacks. No solo son un peligro para nuestra salud cardíaca, la cantidad de sal y conservantes que tienen estos productos también pueden aumentar el riesgo de inflamación de la piel y arrugas. Además, cuando estas sustancias se exponen al aceite a altas temperaturas, favorecen la aparición de radicales libres.
Aunque la cafeína suele asociarse al café también podemos encontrarla en refrescos y energizantes. La cafeína es un diurético, y como tal, favorece la eliminación de líquido del cuerpo. Esto puede aumentar el riesgo de deshidratación de la piel, volviéndola opaca. Los especialistas no recomiendan eliminar el café de la dieta, pero si reducir su consumo a un vaso diario, y evitar los refrescos o energizantes.
Alcohol
El alcohol puede afectar el funcionamiento del hígado, evitando que elimine las toxinas que afectan la piel. Esto causa una serie de problemas, como acné, arrugas y pigmentación desigual. El alcohol también absorbe del cuerpo la vitamina A, un antioxidante que es esencial para la renovación celular. Por ello, los expertos recomiendan beber con moderación y alternar cada bebida alcohólica con agua.
Dulces
Cuando decimos dulces no solo hablamos de chocolates o pasteles, las bebidas y tragos excesivamente dulces también pueden significar un riesgo. Cuando las personas consumen mucha azúcar (más del 10% de la ingesta calórica diaria), afectan a las proteínas y por lo tanto, al colágeno y la elastina, que permiten que la piel se vea suave, flexible, y libre de arrugas.
Alimentación recomendable
Tanto la dieta DASH como la alimentación mediterránea cuentan con un gran apoyo y reconocimiento por parte de los especialistas de salud. Incluyen muchos vegetales, frutas, grasas saludables (como el aceite de oliva), pescado, semillas, vino tinto y lácteos. Aunque la evidencia científica sobre sus propiedades anti-edad es insuficiente, su consumo se vincula a una mejor salud del corazón y cerebro, buen rendimiento físico y mayor longevidad.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas:
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional
de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional de Medicina
Complementaria y Alternativa, Sociedad Estadounidense de Nutrición.