Esperó 30 años un trasplante de riñón

David Dawson (en la foto), podría pasar desapercibido entre la gente, excepto por un detalle. Desde los 16 años sufre de insuficiencia renal, un problema que le ha provocado diversas complicaciones de salud y varios cambios en sus hábitos de vida.

Cuando recién le detectaron la complicación renal, Dawson fue anotado en la lista de espera de órganos, y a los 22 años fue sometido a un trasplante de riñón. No obstante, su cuerpo rechazó el nuevo miembro por lo que volvió a anotarse en la lista.

Aunque en un principio no tuvo que esperar tanto tiempo para recibir su primer trasplante, Dawson no correría ahora con la misma suerte. Pasaron días, meses, años y hasta décadas sin que tuviera noticias favorables. (En la foto: Dawson, durante su juventud)

Treinta años después de estar en la lista de espera y de haber comenzado a dializarse, Dawson, ahora de 52 años, recibió una llamada que cambió su vida. Se trataba de un aviso del hospital que informaba que por fin había llegado una donación para él. David (foto) estalló en llanto de la emoción.

Doce horas después de recibir la llamada, David ya estaba en uno de los quirófanos del Queen Elizabeth Hospital de Birmingham, en Inglaterra. Por suerte, la operación fue un éxito y Dawson dejó de recibir tratamiento de diálisis, al cual esperaba estar condenado de por vida.

Se trata de uno de los transplantes más comunes en El Reino Unido y EE.UU. en donde se implanta un riñón sano en un paciente con problema renal. La conexión de este órgano no es tan compleja como con otros. (La foto corresponde a una cirugía real)

Posteriormente, se conectan la arteria y la vena del nuevo riñón a los vasos de la pelvis y la vejiga. La sangre comenzará a circular después por el riñón, y éste producirá orina de manera natural. El tiempo de la operación es de 3 horas en promedio.

Existen diversas razones por las cuales recurrir a este procedimiento. Por ejemplo, ciertas infecciones, problemas para tomar medicamentos a causa de su ingesta prolongada, enfermedades hepáticas, cardiopatías o neumopatías, hepatitis, así como tabaquismo y consumo de alcohol.

No todas las personas son candidatas a recibir un órgano. Como pasó en el primer trasplante de Dawson, el organismo, a través del sistema inmunitario puede rechazar microorganismos, toxinas, algunas células, y por ende, el órgano entero. (La foto corresponde a una cirugía real)

Como una medida para que lo anterior no suceda los médicos tipifican las proteínas de tales sustancias (antígenos) y los cotejan entre el órgano donante y quien lo recibe. Para mejorar el proceso también se emplean medicamentos. (Academia Americana de Médicos de Familia)

Casi toda persona siente una mejor calidad de vida luego de un trasplante. En el caso de los riñones, hay mejor pronóstico en quienes lo reciben de un donante vivo que de uno muerto. Aunque hay fármacos que mejoran la compatibilidad, pueden exponer al paciente a riesgos de infecciones y cáncer.

Ahora, con el “nuevo” órgano integrado a su organismo, Dawson se permite algunos de los placeres simples de la vida, como beber una cerveza. “Me siento como si hubiera ganado la lotería”, comenta. Además, sus hábitos de vida ya no son tan estrictos.

Al igual que Dawson, muchas personas en el mundo tienen que esperar por mucho tiempo la llegada de un órgano donante. Sólo en los Estados Unidos se calcula que existen más de 114,000 personas en lista de espera. (Donevidacalifornia.org)

Existe un sistema nacional con el fin de garantizar, entre otras cosas, un proceso justo en la asignación de órganos para trasplantar. Para entrar a la base de datos es necesario recibir una evaluación médica, reunir información, acceder a un programa de trasplante e ingresar a la lista.

Si quieres obtener más información sobre la donación de órganos, listas de espera o lugares adonde acudir puedes visitar algunas de las siguientes páginas www.organdonor.gov, www.unos.org, www.aopo.org, www.livingdonors.org o www.jointcommission.org.