Dime cómo duermes y te diré quién eres

Para llegar a esta conclusión el profesor Chris Idzikowski, director del Servicio de Evaluación y Asesoramiento del Sueño, se tomó el trabajo de analizar las seis posturas de sueño más comunes como parte de un estudio aplicado a 1,000 participantes.

Posición: estar acostado boca abajo con las manos alrededor de la almohada y la cabeza girada hacia un lado. De acuerdo con Idzikowsky, quienes duermen así suelen ser personas muy extrovertidas y temerarias. Sin embargo, tienen un punto débil: suelen tomar las críticas muy personales.

Consiste en acurrucarse hacia un lado y fue una de las posturas más adoptadas en el estudio de Idzikowsky, con un 41%. Quienes duermen así fueron descritos como resistentes en el exterior, pero tímidos y sensibles en el corazón. ¿Es ese tu caso?

Por el lado de salud, al recargar el cuerpo hacia el lado izquierdo los órganos vitales como el hígado, estómago y pulmones pueden sufrir estrés. Por otro lado, dicha postura puede ser de gran utilidad si se tienen problemas de columna como estenosis espinal lumbar.

Se trata de estar en una posición rígida y de costado. Según Idzikowsky las personas que descansan así suelen ser muy sociables y tranquilas; la desventaja es que no confían en nadie, ni aunque se tratara de su propia sombra. Por el lado de salud, esta postura mantiene la columna recta, lo que ayudaría a quienes tienen dolor en esta zona.

Posición: estar acostado hacia un lado y con los brazos hacia el frente, como si estuviera abrazando a alguien. Acorde con el estudio mencionado, los “nostálgicos” están abiertos a cosas nuevas, pero también son muy suspicaces y cínicos. Toman mucho tiempo para tomar decisiones y casi no tienen remordimientos.

Descansando en esta posición es posible ayudar a aliviar algunos de los problemas relacionados con el reflujo ácido y la apnea del sueño. De igual manera ayudará a dormir mejor en caso que se tenga molestia en uno de los hombros. Para mayor comodidad, coloca una gran almohada a la altura del pecho y recarga el brazo sobre ella.

Consiste en acostarse sobre la espalda con los brazos a los lados. Si hablamos de personalidad, quienes duermen así suelen ser más tranquilos y reservados. Además, establecen estándares muy altos para sí mismos y para los demás.

Las investigaciones demuestran que dormir sobre la espalda puede causar ronquidos, dificultad para respirar y una mala noche de sueño en general. Además, es poco recomendable para las personas obesas.

El nombre lo dice todo, quienes duermen así lo hacen extendiendo brazos y piernas por la cama como si fueran una estrella de mar. En cuanto a personalidad, son descritos como grandes oyentes y por lo tanto son buenos amigos. Siempre están dispuestos a ofrecer ayuda y no les gusta estar en polémicas.

Al igual que el soldado, la postura de la estrella también propicia los ronquidos y demás problemas respiratorios, lo que se traduce como pasar una noche con un descanso nada reparador.

Muchas parejas tienen esta costumbre, pero ¿qué hay de bueno? Para el secretario general del CPFCM, José Santos, hacer esto es perjudicial para los padres ya que duermen en la parte exterior del colchón, que es más dura. En el caso de los niños, tienen un riesgo de sufrir asfixia por aplastamiento causado por el peso de los adultos.

De acuerdo con Mary Ann Wilmarth, jefa de fisioterapia de los Servicios de Salud de la Universidad de Harvard, mantener siempre la misma postura para dormir puede crear un desequilibrio y causar dolores en una zona específica del cuerpo o empeorar un problema existente.

Para la CPFCM el colchón debe de tener una dureza media y se debe de tener en cuenta un balance entre su rigidez con la del soporte. Usar prendas elaboradas con fibras naturales como el algodón o el lino permitirá una mayor transpiración de la piel. Mantener en la habitación una temperatura de entre 18 y 20 grados Cº también ayudará.

De la misma manera se sugiere seguir una rutina horaria y evitar ciertos excitantes como el alcohol, el café o el tabaco previo a irse a acostar. En caso de cenar, se debe esperar entre una o dos horas para descansar.

Si eres de las personas que se levantan con un fuerte dolor en el cuello, Joseph Feinberg, del hospital de Cirugía Especial en Manhattan, recomienda usar una toalla enrollada en el cuello. Pero si persisten éste u otros problemas, mejor acude con un especialista.