Hasta las piernas más torneadas y bellas se pueden ver afeadas por estas marcas rojizas o violáceas, que las surcan como pequeños ríos indeseables. Si bien en muchos casos aparecen por causas genéticas, hay manera de prevenirlas, evitar su avance o combatirlas. ¡No seas una "mujer araña"!
Las várices, también conocidas como insuficiencia Venosa Crónica (IVC), aparecen por fallas en el sistema venoso de retorno. Las válvulas de las venas que regulan la llegada del flujo sanguíneo desde las piernas al corazón dejan de funcionar correctamente. La sangre queda estancada y las venas se vuelven más anchas y notorias.
El doctor argentino Daniel Balboni, médico cirujano especializado en flebología, explicó a HolaDoctor que las várices y telangectasias (arañitas) se pueden producir por causas genéticas, y empeorar con los embarazos, el exceso de peso, cambios hormonales, sedentarismo o esfuerzos físicos exagerados. Algunas son dolorosas, otras producen pesadez en las piernas, edemas o derrames visibles.
El doctor Hernán Bauzá Moreno, del sector de Flebolinfología del Hospital Italiano de Buenos Aires advierte que no hay una manera eficaz de evitar que la enfermedad se desencadene. Pero sí se pueden combatir algunos de sus factores predisponentes ya que una vez que apareció, la patología sigue con su curso progresivo. ¿Cuáles son las alternativas?
1. Eleva las piernas
Evita permanecer de pie o sentada por mucho tiempo. Cuando estés sentada, descansando o durmiendo evita cruzar las piernas. Y siempre que te sea posible, eleva las piernas por arriba de la altura del corazón.
La vida sedentaria es la mejor amiga de las várices por eso conviene hacer por lo menos 20 minutos diarios de caminata o bicicleta. Un ejercicio fácil como ponerse en puntas de pie, mantener unos segundos y bajar puede ayudar. Si estás sentada, mueve el pie varias veces, apoyando el talón y la punta en forma alternada.
Los estadíos
La enfermedad puede manifestarse desde distintos ángulos. Primero aparecen las arañitas, que son la dilatación de los capilares. Luego surgen las várices; posteriormente, los edemas, más conocidos como los moretones; y en otro estadio, las lesiones cutáneas en la piel. En los casos más severos aparecen cicatrices y úlceras abiertas. En definitiva, a medida que avanza la enfermedad, la calidad de vida de los pacientes va empeorando.
3. Usa medias elásticas
Pueden ayudar a prevenir la aparición de nuevas várices. El doctor Víctor Spano, jefe del servicio de Flebolinfología de la Fundación Favaloro, en Argentina, explica que en caso de hinchazón las medias de compresión son de gran utilidad, pero hay que aprender a utilizarlas correctamente y siempre deben ser recetadas por un médico. En algunos casos crónicos, se pueden indicar su uso casi de por vida
4. Tratamientos para eliminarlas
En la escleroterapia el médico inyecta una sustancia química en la vena enferma que la irrita y forma una cicatriz en su interior que bloquea la vena y con el tiempo desaparece. Se usa para tratar várices pequeñas y arañitas. Suelen necesitarse varias sesiones para bloquear una vena por completo.
VenaSeal, adhesivo para venas
La FDA aprobó en febrero de 2015 un nuevo método que consiste en insertar una catèter en la vena enferma a travès del cual se libera un adhesivo. Luego se ejerce presión en la zona afectada para que se peguen las paredes internas de la vena y asì interrumpir el flujo de sangre por la misma.
Cirugía con làser
Se aplica energía luminosa que elimina la vena enferma y se usa para tratar várices pequeñas. Otro procedimiento es la ablación endovenosa, donde el médico utiliza láser o radioterapia para generar calor y bloquear la várice. La cirugía endoscópica es otro método usado para casos más graves, donde el médico hace un corte pequeño en la piel, cerca de una várice e ingresa un dispositivo quirúrgico que bloquea la vena.
5. Cuidado con los anticonceptivos
Las várices son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. El Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre de de EE.UU. informa que los cambios hormonales que suceden con la pubertad, el embarazo y la menopausia (o con el uso de píldoras anticonceptivas) pueden elevar el riesgo de várices en la mujer.
6. Evita el sobrepeso
El Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre recuerda que la obesidad y el sobrepeso ejercen una presión adicional en las venas que puede originar várices. Durante el embarazo, el feto que crece ejerce presión sobre las venas de las piernas de la madre. Pero las várices del embarazo mejoran entre 3 y 12 meses después del parto.
7. Hay medicación
En los casos en los que existe dolor, calambres y pesadez el médico puede indicar medicación para otorgar mayor tonicidad a la pared de las venas. Esto ayuda a desinflamar, o disminuir el edema; y así atenuar los síntomas de la IVC. Cada especialista evaluará la elección del tratamiento en base al caso particular y a las posibilidades de cada paciente.
Las vendas frías y las aplicaciones de aloe vera podrían ayudar a evitar que las várices existentes empeoren. La homeopatía propone el uso de árnica en glóbulos o paños que activan la circulación. Esta sustancia proveniente de una planta de montaña, alivia el dolor muscular y ayuda a agilizar la circulación, curar contusiones, hematomas y esguinces.
9. La moda puede ser enemiga de las várices
Los tacos altos, en especial los que superan las 2,7 pulgadas (7 cm) pueden ser uno de los causantes del problema. Y también las plataformas altas, según el doctor Spano. Por eso los especialistas advierten que el taco chino es el que mejor soporta el pie y le da un punto de apoyo más adecuado. Los zapatos de tacones más bajos ayudan a tonificar los músculos de la pantorrilla.
No a las prendas ajustadas
Cuidado con la ropa muy ajustada, esa que marca todo. Evita la que es muy apretada en la cintura, la parte superior de los muslos y las piernas y también las medias con elásticos que provoquen un "estancamiento" de la circulación y dilatación de las venas, ya que puede provocar la aparición de várices.
10. Evita el calor directo
El sistema venoso de las personas con várices tiene mala adaptación al calor. En ellos la sangre puede quedarse estancada en su paso hacia el corazón por eso hay que evitar el uso del sauna, exponerse directamente al sol por ratos largos, darse baños con agua muy caliente o estar muy cerca de fuentes de calor como hornos o estufas.
Los hombres también
En los hombres también pueden aparecer várices en las piernas. Y hay otra clase de estas alteraciones circulatorias que se manifiestan en el escroto, que es la piel que recubre los testículos, y se conocen como varicocele. Hay otra clase de várices en la zona perianal que afecta a ambos sexos: las hemorroides.
Son dilataciones de las venas de la región anal y al ubicarse en una zona íntima, no muchas personas recurren a la consulta médica. Los síntomas principales son dolor en la región anal, picazón y sangrado al ir de cuerpo. Se pueden prevenir evitando pasar mucho tiempo sentado, incluso en la taza del baño. Una dieta rica en fibra ayuda a prevenir la constipación crónica, que empeora el cuadro.