El glaucoma es una de las enfermedades más comunes que puede provocar pérdida de la visión. Solamente en EE. UU. afecta a más de 3 millones de personas, aunque se estima que casi la mitad de los pacientes no saben que la tienen. Conoce aquí cómo reconocerla y qué hacer para prevenir su aparición.
El glaucoma es una enfermedad que se produce por la acumulación en el globo ocular del líquido que normalmente se encarga de nutrirlo y mantenerlo sano. Cuando el drenaje se obstruye y el líquido no puede circular hacia fuera, se acumula y provoca un aumento de la presión en el ojo. Los dos tipos principales de glaucoma son: de ángulo abierto (el más común) y de ángulo cerrado.
Al comienzo, el glaucoma no registra síntomas, la persona ve bien y no experimenta dolor. Sin embargo, a medida que avanza se puede notar que la visión lateral comienza a fallar, es decir, es posible que siga viendo bien hacia el frente, pero no de lado. Según avanza la enfermedad, el campo visual se va reduciendo hasta alcanzar la ceguera.
Según la evidencia científica, en personas de descendencia afroamericana el glaucoma es cinco veces más común que en los caucásicos. También causa ceguera aproximadamente cuatro veces más, número que asciende a 15 si nos centramos en el rango de edad comprendido entre los 45 y 65 años. Además, es más común en personas con antecedentes familiares.
Distintos estudios científicos demostraron que la detección temprana y el tratamiento del glaucoma, antes de que cause pérdida grave de la visión, son la mejor manera de controlar la enfermedad. Si te encuentras en uno de los grupos que corren mayor riesgo de padecerlo, asegúrate de ir al oftalmólogo y hacerte un examen de los ojos que incluya dilatación de las pupilas cada dos años.
El glaucoma de ángulo abierto no se puede curar, pero en la mayoría de los casos se puede controlar con gotas para los ojos o píldoras que alivian la presión dentro del ojo, ya que reducen la velocidad con la que entra el líquido. Además, puedes optar por alimentos y otras opciones preventivas:
Zanahorias
Tal vez uno de los alimentos que más se ha relacionado con beneficios para la vista. Los especialistas señalan que esto es posible gracias a su rico contenido de betacaroteno, compuesto que ayuda a retardar el progreso de la degeneración macular, prevenir la sequedad ocular, ceguera nocturna, infecciones de los ojos y glaucoma.
Acelgas, espinacas, berros, brócoli o espárragos, todos contiene gran cantidad de luteína y zeaxantina, dos componentes vinculados a la vitamina A y el betacaroteno. La evidencia científica señala que son capaces de proteger los tejidos oculares del daño solar y reducen el riesgo de desarrollar cataratas, degeneración macular y glaucoma.
Pescados
Otros compuestos esenciales para proteger la vista de enfermedades como el glaucoma o la degeneración macular, son la vitamina D y los ácidos grasos omega 3. Estos ayudan a prevenir la inflamación y permiten un correcto funcionamiento de los nervios oculares. Puedes hallaron en gran cantidad en pescados como el salmón, sardinas, atún o trucha.
Cítricos
Limones, mandarinas, naranjas o toronjas, son todos cítricos que contienen una gran cantidad de vitamina C, un importante antioxidante que puede ser útil para reducir el riesgo de ciertas enfermedades de la vista, como el glaucoma o las cataratas. Las fresas son otras opciones ricas en vitamina C, y el Camu Camu es el fruto con mayor cantidad de este nutriente.
Dormir lo suficiente
Procura no solo dormir las horas diarias recomendadas (entre seis y ocho), sino también hacerlo en condiciones agradables (ambientes frescos), horarios regulares, y lejos de pantallas. Según distintos estudios, esto ayuda a lograr un buen descanso y relajar el ojo, permitiendo una buena circulación.
La detección temprana y el tratamiento son fundamentales para conservar la visión. Y aunque son factores independientes, una forma de hacerlo es controlando tu presión arterial con regularidad, para evitar niveles elevados. Recuerda limitar o eliminar de tu dieta productos refinados con sales agregadas, y sumar buenas dosis de potasio.
Ejercitar la vista
Además de reducir todo lo que puedas el tiempo que pasas frente a las pantallas, dándole un recreo a tu vista tras 40 o 45 minutos, los profesionales de salud aseguran que, de la misma forma que lo haces con tus músculos, debes entrenar tus ojos. Prueba seguir diferentes direcciones o puntos sin mover la cabeza, de esta forma, favorecerás la eliminación de líquido y toxinas.
Fuentes consultadas:
Academia Estadounidense de Oftalmología, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Instituto Nacional del Ojo, Natural Medicines.