¿Tú bebé no reacciona al oír tu voz? ¿Lo llamas y parece que no responde de ninguna forma? Saber si un hijo escucha bien es una inquietud común en muchos padres, más aún si hay antecedentes familiares de pérdida auditiva o hubo problemas en el parto.
Es posible que a tu bebé le hayan hecho una prueba de audición al nacer y todo haya salido en orden, pero en casa notes que algo no anda bien. Robert C. O’Reilly, otolaringólogo de la Fundación Nemours, explica que hay algunas señales que te pueden indicar si hay problemas.
La mayoría de los recién nacidos se sobresaltan o se sacuden al oír sonidos fuertes y repentinos. Antes de los tres meses, el bebé suele reconocer la voz de sus padres y reaccionar, y antes de los seis, es capaz de mover los ojos o la cabeza en la dirección del sonido.
Antes de cumplir su primer año, un bebé suele ser capaz de imitar algunos sonidos y decir algunas palabras como “mamá” o “adiós”. Si crees que tu bebé no ha cumplido estos hitos del desarrollo, es necesario que busques a un especialista para disipar dudar.
Hay factores que pueden afectar su audición: si nació prematuramente, sufrió complicaciones al nacer, estuvo en la unidad de cuidados intensivos o recibió algún medicamento que pueda causar daño. Las infecciones de oído frecuentes, la meningitis o el citomegalovirus también aumentan los riesgos.
De acuerdo al Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD), el momento más importante para que un niño aprenda el lenguaje son los primeros tres años de vida, cuando el cerebro se está desarrollando. Los niños con pérdida de audición que reciben ayuda temprana desarrollan mejores habilidades de lenguaje.
A muchos recién nacidos les hacen pruebas auditivas antes de salir del hospital. Si la prueba no se ha hecho, el NIDCD recomienda que los padres busquen a algún especialista para que lo evalúe lo antes posible (lo ideal es que se haga en las tres primeras semanas de vida).
Si tu bebé no pasa el examen auditivo, no significa que tenga una afección ni que esta sea permanente. El audiólogo infantil deberá evaluarlo y hacer pruebas de seguimiento para confirmar un diagnóstico.
Hay niños que parecen escuchar bien, pero si las pruebas indican alguna alteración, el médico debe practicarle evaluaciones a lo largo de toda la vida. Por otro lado, la aparente falta de audición puede ser señal de otro trastorno..
Si se confirma que tu hijo tiene fallas en la audición, no significa que es irreversible o que su vida estará limitada. Cuando las intervenciones comienzan temprano, los niños pueden desarrollar habilidades de lenguaje que les ayuden a comunicarse libremente.
Dependiendo de su afección y de sus necesidades, se puede recurrir a herramientas que ayuden a mejorar sus habilidades de comunicación. Audífonos, implantes cocleares y dispositivos de asistencia son algunas.
Al igual que los demás niños, los pequeños con dificultades de audición pueden desarrollar buenas habilidades académicas, sociales y emocionales y ser exitosos en la escuela. Mucho depende del tratamiento oportuno.