Alrededor del 50 al 80% de todas las enfermedades provocadas por comida contaminada se originan en la casa, asegura el investigador Charles Gerba, microbiólogo de la Universidad de Arizona,. Estos patógenos causan 6.5 millones de casos de gastroenteritis por año. Por eso, lavar los platos correctamente es una prioridad para evitar enfermedades.
Tal como demuestran los diferentes estudios, la limpieza efectiva pareciera ser el único camino para evitar que se contamine la comida que preparamos. Esto cobra vital importancia en los hogares con mujeres embarazadas, niños pequeños, ancianos o personas que esté luchando contra alguna enfermedad como el cáncer o el sida y que, como consecuencia, tenga el sistema inmune más débil.
El lavaplatos elimina la mayoría de los gérmenes a través del agua caliente y el detergente. Para hacerlo más efectivo, es recomendable usar el ciclo de secado caliente, que aumenta la destrucción de patógenos.
Introduce los platos sucios y no los “pre-laves” manualmente. Así lo recomienda Consumer Reports. Además de evitar el contagio de gérmenes esto te hará ahorrar 6,000 galones de agua por año (equivalente a 22,712 litros).
La Salmonella y el E. coli son las bacterias más dañinas y comunes en la cocina, según explica una publicación de la Universidad estatal de Oregon. La carne cruda y las aves de corral son, a su vez, las fuentes de contagio más frecuentes.
Lavar a mano: ojo con los cuchillos
Los “dientes” de los cuchillos pueden seguir teniendo comida, aún después del lavado, descubrió un estudio de la Universidad de Ohio que analizó el lavado “manual” en los restaurantes. Los investigadores recomiendan detenerse más tiempo hasta que desaparezca cualquier rastro de comida.
Algo que podría parecer inofensivo pero que “protege” las bacterias más que otras comidas es la leche. Y muchos vasos quedan con “leche seca” en los costados, aún después de lavarlos. “Dejar comida en los cubiertos o platos puede hacer crecer bacterias fácilmente”, explicó Melvin Pascall, autor del estudio.
Un estudio de la Universidad de Arizona mostró que los niveles más altos de contaminación en la cocina son las esponjas y repasadores con más de 7 billones de bacterias por esponja. Por otro lado, los grifos tienen alrededor de 229,000 gérmenes por cada pulgada cuadrada (6,5 cm2) y las tablas de cortar 62,000 bacterias por pulgada.
¿Cuántas bacterias se necesitan para enfermarse?
Según el Dr. Gerba, no es fácil determinar esta cantidad. “para algunas personas pueden ser suficientes 10 bacterias para enfermarse, mientras que para otros pueden ser millones. Es una ruleta rusa. Por eso el objetivo es minimizar el riesgo de enfermarse. Esto se hace al reducir la cantidad de microorganismos que pueden causar enfermedades en el hogar”.
Leer las etiquetas de los limpiadores
El mismo estudio encontró que los participantes redujeron drásticamente los gérmenes al seguir las instrucciones de los productos limpiadores que indican la proporción de producto que debe disolverse en agua, por ejemplo, y otros consejos de uso.
Si vas a lavar los platos, lávate las manos primero
Las manos pueden ser una fuente de contaminación de bacterias y virus. Antes de lavar los platos –ya sea en el lavaplatos o a mano- hay que lavarse las manos con jabón y agua tibia y luego refregarse por 20 segundos. A pesar de lo que prometen las publicidades, los expertos aseguran que no hace falta que el jabón sea antibacteriano.
Lo ideal es tener diferentes tablas: una para aves, otra para carne y otra para el uso general. Para lavarlas, se sugiere: primero enjuagarlas, después dejarlas escurrir para que se vaya el agua y después desinfectarlas con un producto específico o con una solución de cloro en agua por dos minutos. Sacudirlas y dejarlas secar.
Para desinfectar los platos y cubiertos
Primero lavar los platos, después dejarlos en remojo por 10 a 15 segundos en una solución con una cuchara de cloro o lejía por cada 4 litros de agua. Después escurrir y dejarlo secar.
¿Cuándo hay que desinfectar?
Cada vez que alguien se enferma es importante desinfectar con cloro o lejía los platos y cubiertos. Con más razón, si en la familia hay alguien que tenga alto riesgo de contagiarse de alguna infección que pueda transmitirse a través de los alimentos. Lo mismo si es el caso de un invitado que irá a comer y tiene el sistema inmune débil, explica la Universidad estatal de Oregon.
Lavar a mano reduciría las alergias
Un estudio realizado en Suiza demostró que en los hogares donde se lavan los platos a mano son un 40% menos propensos a tener alergia. Aparentemente al quedar algunas bacterias, se estimularía el sistema inmune de los niños.