La presión actual por alcanzar metas familiares y objetivos económicos lleva a las personas a experimentar sentimiento de culpa cuando no se llega al modelo de perfección deseado socialmente. ¿Cómo dejar atrás esa sensación que puede dañar la salud mental?
Como una sombra
Los padres sienten culpa por no estar demasiado tiempo con sus hijos, las mujeres (más afectadas por este sentimiento) experimentan culpa por trabajar y dedicar poco tiempo a su familia y sienten temor de fallar como madres o pareja y en el trabajo, por pedir licencias por enfermedad o trámites de sus hijos.
Más afectadas
Las mujeres por lo general experimentan más culpa que los hombres, porque tienden a ser más empáticas, siempre están pendientes de cómo sus acciones afectan a los demás. Los hombres pensativos y sensibles también son más propensos a la culpa. Si los padres son demasiado críticos con un niño, generan culpa a la edad adulta.
El auto-perdón
La Dra. Juliana Breines, de la Universidad de California en Berkeley, sostiene que la capacidad de perdonarnos por errores grandes y pequeños es crítica para el bienestar psicológico: “No perdonarnos está vinculado con los intentos de suicidio, trastornos alimentarios y abuso de alcohol, entre otros problemas” expresó..
Por qué surge
La Dra. Susan Krauss Whitbourne, de la Universidad de Massachusetts, dijo a Medical Daily que a menudo “nos castigamos a nosotros mismos sin ninguna buena razón. La mayoría de las veces, fabricamos la culpa en nuestras mentes simplemente por las expectativas ridículas que nos ponemos a nosotros mismos."
Identifica los desencadenantes
"Si usted puede aprender a hacer una pausa y reconocer cuando siente que la culpa viene, está a mitad de camino hacia la solución del problema", dice Whitbourne. Por lo tanto, se puede frenar la idea del remordimiento.
Toma notas
La experta aconseja tomarse tres semanas para reparar la culpa. Toma notas sobre las cosas que te hacen sentir culpable. Al final de primera semana, señala los temas que incitaron a la culpa más de una vez, y espera a la semana tres.
Semana 2: Cambia la perspectiva
Si la culpa te abruma, cambia el enfoque. A veces, está ligada a otro sentimiento. La culpa, la tristeza y la ansiedad están juntas. “Y cuando estamos estresados, caemos en dura autocrítica. Trata de preguntarte: 'Espera, ¿realmente tiene sentido sentirme culpable en este momento? ¿O estoy dejando que el estrés me lleve?" dice Whitbourne.
Mírate y piensa
Date cuenta de que eres humano: "El perfeccionismo es a menudo lo que impulsa la culpa. En algún momento, tienes que aceptar tus limitaciones" aconseja Whitbourne. Ninguna madre o esposa o empleado está haciendo todo impecable todo el tiempo.
Semana 3: el filtro
"Decir que nunca volverás a sentirte culpable por algo tonto, sería ridículo, pero es importante reconocer cuando puedes estar inflando las cosas más de lo debido” señala la experta.
Míralo con otros ojos
En lugar de pensar "No debería haber dejado el despacho temprano hoy con mi actual carga de trabajo", dígase a usted mismo, "Necesitaba cortar para asistir a la cita de este médico que debía hacer desde hace mucho tiempo". Y así enfocarse con otras decisiones similares.
Ríete
"El humor es uno de los mayores antídotos contra la culpa" expresa Whitbourne. Y algo más: no siempre hay tiempo para todo, si no tienes tiempo de hornear un pastel, cómpralo y disfrútalo.