Ayúdalos a superar el miedo a Halloween

El miedo, definido en los diccionarios como una “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”, es una emoción poderosa asociada a algo sorpresivo e inesperado capaz de cambiar el signo de una celebración tan tradicional sobre todo en niños menores de cinco años.

En los niños pequeños es muy claro ver que no existe un límite claro entre fantasía y realidad. Así como cuando se encuentran con alguien disfrazado de super héroe o de princesa pueden sentir fascinación, el encontrarse con un esqueleto o un monstruo peludo en la calle o en la puerta de su casa puede causarles pavor.

Los expertos sugieren no obligar al niño a disfrazarse de algo que le cause miedo. Si tu hijo acepta disfrazarse de algo, puedes aprovechar el momento para mostrarle como uno puede simular ser un personaje y comenzar a trabajar la diferencia entre lo real e imaginario. De la misma forma, los monstruos de Halloween comienzan a ser personas disfrazadas.

En general las máscaras son mucho más incómodas y escalofriantes que el maquillaje. Evita usar máscaras y que interactúe con gente que las tiene puesta o pídeles que se las saquen. En su lugar, puedes elegir alguna persona maquillada para interactuar y maquillarte tú para mostrarle el proceso de cambio en la apariencia.

Hay gente que le encanta decorar sus casas en Halloween y vestirse de Drácula y personajes truculentos. Si tienes vecinos que son así, evita pasar por sus casas esos días para no atemorizar a tus pequeños. Si realizas una recorrida por el barrio que sea corta y selectiva.

No debes hacer que tu hijo se sienta mal por tener miedo y transmitirlo. Al contrario, es muy importante que se sienta confiado y pueda transmitir sus emociones. El validar y respetar sus emociones, facilita la confianza y la comunicación con sus padres.

Si tienes hijos mayores que están deseosos de recorrer todo el vecindario en busca de caramelos, puedes salir a caminar con ellos de la mano y quedarte en la calle con tu pequeño mientras ve a sus hermanos divertidos. Si colaboran, ellos pueden ser una fuente de confianza y protección.

Si tu hijo no quiere saber nada de nada con Halloween, ni siquiera es necesario que salga a la puerta o que permanezca en tu casa. Organízate con otras madres y vecinas para que tus hijos mayores puedan salir de recorrida con ellas y permanece con tu pequeño en tu casa o salgan a hacer algún mandado.

Si tu hijo no comprende el sentido de Halloween puedes evitarte el trabajo de intentar convencerlo y convertir el día en una fiesta. Puedes invitar otros niños de su edad con sus papás y organizar un desfile de disfraces y una búsqueda de dulces por la casa.