Es uno de los rituales de paso de la adolescencia a la adultez. La primera afeitada, al igual que otras cosas en la vida, es símbolo de crecimiento y tiene un significado especial. Pero, ¿sabes cómo hacerlo y con qué frecuencia? Las respuestas para hacerlo sin correr riesgos.
Paso 1: Escoge un rastrillo
Antes de comenzar a rasurarte, es importante que elijas un rastrillo o máquina nueva y limpia. Y es que muchos jóvenes suelen tomar la navaja de sus padres o comparten la de sus amigos, pero esto puede ocasionar desde infecciones leves hasta graves enfermedades.
Paso 2: Lava tu rostro
Con el fin de evitar infecciones e irritación, aplica en tu rostro un baño facial exfoliante con agua tibia y jabón. Una vez limpia y seca la cara, aplica y frota unas gotas de aceite de afeitar. Esto evitará la irritación y facilitará el paso de la máquina, aconseja la Fundación Mexicana de Dermatología.
Paso 3: Abre los poros
Aplica un paño húmedo con agua caliente para abrir los poros, suavizar el vello y facilitar el afeitado. Una vez hecho, usa la crema de afeitar. Si es posible, emplea una brocha para distribuir mejor el producto.
Paso 4: Afeita
Comienza a afeitar en dirección del crecimiento del pelo, con movimientos rectos, ligeros, y con las hojas de afeitar a un ángulo de 45 grados o menos. Se recomienda no jalar la piel mientras se pasa el instrumento de afeitar.
Procura afeitar de forma cómoda y completa las áreas pequeñas antes de continuar con las demás. Por ejemplo, comienza por un lado de la cara y poco a poco pasa hacia el otro lado. De igual forma, enjuaga el rastrillo o limpia la máquina con frecuencia.
Paso 5: Enjuaga
Ya que te has afeitado, revisa con tu dedo si aún hay otra zona con crecimiento. Si no la hay, enjuaga el rostro con pequeños toques de agua fría y seca con una toalla. Después, usa un bálsamo sin alcohol para evitar la resequedad e irritación. Por último, lava bien tu instrumento de afeitar y resérvalo para tu uso personal.
¿Cada cuándo afeitarse?
Esto dependerá del crecimiento de vello en los jóvenes, informa la Fundación Nemours. Sin embargo, entre más consistencia tenga el afeitado, mejor mejor calidad tendrá el proceso. Además, el cutis se beneficia, ya que al pasar la máquina se retira la piel muerta y se evita que se tapen los poros.
¿Rastrillo o máquina eléctrica?
Ante este dilema, la recomendación es probar con ambas. En el caso del rastrillo, es efectivo para diversos tipos de piel y de vello. En tanto, las máquinas eléctricas son rápidas y no necesitan mucha preparación que los rastrillos. No obstante, podrían dejar un afeitado irregular.
Debido a que muchos jóvenes tienen este tipo de imperfecciones en la piel, se sugiere probar con el rastrillo y la máquina eléctrica, con el fin de elegir mayor comodidad.
Una creencia popular apunta a que entre más te afeites, más rápido crece el vello. Para la dermatóloga Amy McMichael, explicó en un artículo de la revista Scientific American, no existe comprobación científica que avale esta teoría. Actualizado 2 de abril/2019