Tener un recién nacido en casa es motivo de alegrías ilimitadas, así como de agotamiento infinito para los nuevos padres. Entre pañales, llantos, alimentación y mimos las horas parecen pasar lentamente, cada día es igual al anterior y las energías siempre están en su nivel más bajo.
Esa dulce personita ocupa todo tu tiempo y el descanso parece un imposible a lo largo de su primer año de vida, pues los cuidados y la atención extrema que requiere no son exclusivos de las primeras semanas. Dormir una noche entera o hacerte cargo de tí mismo son verdaderas hazañas.
"Si duermes lo suficiente, Estarás en mejores condiciones para cumplir con tus nuevas responsabilidades de cuidar al bebé", explica la especialista en sueño del Hospital Johns Hopkins, Grace W. Pien. A continuación revisamos varias de sus estrategias para tener más paciencia, descansar y disfrutar el proceso de crianza.
1. Duerme mientras el bebé duerme
Este es el consejo que más se repite a los nuevos padres y tal vez es el más subestimado. Los recién nacidos hacen siestas y despiertan cada tres o cuatro horas y este ritmo trae agotamiento. Dormir cuando ellos duermen puede ser un desafío si hay otros niños en la casa o por el propio reloj corporal pero, sin duda, es una buena idea.
2. Olvida las tareas domésticas
En lugar de aspirar, barrer o fregar, duerme. Tus amigos y familiares van a tu casa a ver a tu bebé y seguro entenderán por qué es un desastre. Disfruta de la siesta y deja los platos de la cena para la mañana siguiente.
Tú y tu pareja pueden alternarse la alimentación, cambios de pañales y otras tareas que requiera el bebé durante la noche (como calmarlo, si llora). Las madres que amamantan pueden extraerse la leche materna para que los padres puedan darle el biberón.
4. Pon la cuna cerca de tu cama
Tener la cuna junto a la cama facilita atenderlo durante las noches o madrugadas y luego volver a dormir. Aunque algunos optan por el colecho, la Academia Americana de Pediatría no lo recomienda por el riesgo de sofocar al bebé.
5. Pide ayuda
No seas tímido a la hora de buscar ayuda externa: amigos y familiares pueden ser excelentes aliados. Mientras ustedes se ocupan del pequeño, ellos pueden darle una mano en la cocina, barriendo el piso o incluso cuidando al bebé mientras duermen la siesta.
6. Aprovecha la licencia parental
Si uno o ambos padres tienen permiso por maternidad o paternidad, aprovéchalo. Las políticas de los empleadores varían, pero si puedes tomarte un tiempo libre del trabajo, el día a día será más llevadero así como la adaptación a la nueva rutina familiar.
7. Practica higiene del sueño
Una buena higiene del sueño puede ayudarles a descansar más, tengan o no un recién nacido en casa. Las estrategias pueden comenzar por evitar la cafeína: este estimulante interfiere con el ciclo de sueño y eso te puede poner irritable.
No uses dispositivos electrónicos antes de dormir: “Teléfonos móviles, tabletas y computadoras por la noche pueden interferir con el tiempo total de sueño", dice Pien: Así que busca otro momento para revisar o actualizar tus redes sociales usar.
Trata de cumplir con un horario de sueño regular: por muy difícil que parezca, intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días. Al tener hábitos y no olvidar que con un bebé en casa debes ser flexible, la rutina mejorará y los días de papás 'zombies' serán cosa del pasado.