Dormir con lentes de contacto es un hábito de muchas personas. Aunque parece una práctica inocente podría desencadenar una serie de problemas a la salud ocular que hasta llegarían a afectar seriamente la visión.
Al usar las lentes de contacto más tiempo del indicado, las probabilidades de presentar una infección son mayores. Y es que pueden fungir como una reserva de microorganismos potencialmente letales para el ojo, señaló el Dr. Gerardo Muñoz Gutiérrez, médico oftalmólogo especialista en Córnea y Cirugía Refractiva, en México.
Queratitis bacteriana
Una de las principales infecciones de la córnea (la cúpula transparente que cubre el iris del ojo y la pupila) es la queratitis bacteriana. La Academia Americana de Oftalmología (AAO) recomienda acudir con un especialista ante la presencia de dolor en el ojo, sensibilidad a la luz, lagrimeo o secreción.
Al tener una lente puesta las 24 horas del día no se le permite al ojo oxigenarse adecuadamente, lo que puede causar hipoxia, indica el oftalmólogo. Además podría provocar sequedad.
3. Úlceras corneales
Colocarse mal las lentes también derivaría en úlceras (lesiones abiertas). Esto no sólo vuelve al ojo vulnerable de las bacterias, sino que también puede dejar una cicatriz capaz de afectar permanentemente la visión al grado de no ser de la misma calidad a la que normalmente podría llegar a ser.
Según la AAO debe tenerse en cuenta que siempre pueden haber bacterias en las lentes. Esto puede dar pie a otros problemas como conjuntivitis infecciosa o alérgica.
Aunque no es muy común, es el peor desenlace que podría haber por dormir con las lentes de contacto. Al ser poco efectivos los medicamentos contra bacterias como pseudomonas o cantamebas, éstas pueden incluso perforar el ojo. Si esto sucede la única forma de erradicar la infección es extrayendo el órgano.
Algunas recomendaciones de la AAO para evitar problemas a causa de las lentes de contacto, además de no dormir con ellas, son evitar usarlas por más de 8 horas, tirarlas junto con su estuche en cuanto caduquen, cambiar las soluciones frecuentemente y procurar siempre el higiene de las manos.
Otras recomendaciones
También se sugiere suspender la lente si el paciente nota algún síntoma como enrojecimiento, dolor o sensibilidad; descansarlos un día a la semana para que el ojo se oxigene de manera adecuada y nunca meterse a piscinas, saunas, vapores u otros lugares húmedos con ellas.
Es muy común que al momento de caerse las lentes, las personas las tallen con saliva y se las vuelvan a poner. En la saliva se encuentra la mayor cantidad de las bacterias que pueden ser potencialmente letales para el ojo.